Clásico Regio 110

Clásico Regio 110. Ambas entidades psicológicas enormes en nuestro ámbito, ambas emociones, tan enormes en nuestra ciudad. Una dualidad necesaria pero nunca aceptada por ninguna de las partes involucradas, nunca veremos a alguno aceptando que se necesitan y se complementan uno al otro. Cuantas historias hay para contar entre registros y goles de cada uno de los partidos.

Hubo mucho tiempo (en la década pasada) que el Club de Futbol Monterrey tuvo no solo algunas de sus mejores memorias en cuanto a clásicos se refiere, si no a la historia en general del club. Creo que esa es la belleza que impregna este encuentro, puedes llegar como David contra Goliat, pero en realidad hoy en día ya nadie es “superior” al otro.

Cierto, equipos llegan mejor, jugando bien, sin lesiones y cantidad de factores incontables pero, en un clásico esto es punto y aparte. Son partidos de alto riesgo. He llegado incluso a pensar que este encuentro ni siquiera pertenece al calendario de torneo regular, no se siente como tal, no es un partido más. Hoy en día, en el pasado reciente, Tigres está al mando del futbol mexicano, y extrañamente no se ven como favoritos para este encuentro, ni Rayados, tan cerca de la cima de la tabla, con un futbol vistoso y ofensivo, puede jactarse de ser muy favorito tampoco.

A inicios del primer tiempo en el partido de la final de la Concachampions, Tigres frente a Pachuca sucedió algo que bien puede, si no sentenciar, en definitiva afectar la resolución del importantísimo partido que se viene de frente el sábado. Pizarro y Murillo sufrieron un choque terrible que acorde al parte médico del club, sería causal de fractura de huesos internos en la nariz del seleccionado argentino. Terrible noticia para el club auriazul. Pizarro viene siendo (y no desde hace poco) por mucho, el mejor jugador y quien mueve los hilos del plantel.

Ojo, es preocupante para el club felino, hasta cierto punto me atrevo a decir que es alarmante, pero hay fondo de armario y mucho en Tigres, y si bien puede pesar, no necesariamente tiene que ser determinante, la clave aquí es, que en caso de que Pizarro tuviese que perderse el partido del sábado (si me llamase Ricardo Ferreti y tuviera que elegir entre que Guido juegue el sábado o el miércoles la vuelta contra Pachuca, elegiría, y sin pensarlo mucho, cuidarlo para el viaje a Hidalgo) yo dibujaría un 4-1-4-1 con un Dueñas plantado en la contención y Aquino y Damm muy abiertos en las bandas, Vargas y Zelayarán como interiores dejando espacio al movimiento para Gignac.

También es importante ver si Mohamed alinea a Gargano junto con Molina en el medio campo, puede ser clave para devorarse la media cancha de Tigres, dos aspiradoras de ese nivel y un Edwin Cardona lanzando a Chará y Sánchez pueden ser cruciales. Suena a un partido precioso en cuanto táctica hablamos, y se nos olvida que táctica también hay fija, y ahí Rayados es letal. Molina pareciera tiene un imán en la cabeza y la fuerza aérea con Montes y Basanta dan muchas oportunidades.

Para mi hay 2 claves importantes en el trámite del juego. Media ciudad inclina las votaciones a que Dorlan Pabón sería el jugador más determinante del encuentro. Y como muchas veces, aquí voy a tener que diferir. Tigres estaría esperando contras, muchas transiciones rápidas y letales del club albiazul, por tanto no me sorprendería si algún central saliera a incomodar hasta el primer cuarto de cancha a Pabón. La clave aquí es, si Chará puede encontrar (con recorridos) la espalda de este central, y por ende ser causal del desacomodo de la zaga.

Y la otra llave es para mí Javier Aquino, sea por derecha o por izquierda (recordar que los laterales de Rayados sufren horrores cuando enfrentan a extremos hábiles) busque el sube y baja y el apoyo de Torres Nilo en la pasada, pero la clave no solo es esa si no lo que pueda armar en el enganche hacia adentro con la ayuda de Zelayarán (con más visión de campo que Dueñas). En papel suena a que este puede ser un puñal que perfore y ataque la línea defensiva del Monterrey.

Creo fervientemente que va ser uno de esos partidos que se ganan o se pierden desde el vestidor. Vamos a ver que alinean en cancha tanto Ferreti como Mohamed.  

Mi pronóstico: un empate, 2-2, si tuviera que apostar todo mi dinero lo haría a éste resultado en particular, lo que claro, involucraría un encuentro con mucha llegada, mucho gol, mucho espectáculo. ¡Qué lindo partido se nos viene!, pero lo más importante, que sea en paz, que sea sin violencia y con mucha alegría, lo peor que se me ocurre no es una derrota, sería algo como lo que sucedió en Córdoba en el Talleres – Belgrado, una pena, terrible.

Texto: Poyo Contreras

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