Tigres en crisis

Mientras más alto llegues, más duro será el impacto de tu caída.

Lo que Tigres está sufriendo, es algo que tarde o temprano iba a suceder.

Entre 2011 y 2020, el equipo tocó el cielo. 

Levantaron cinco títulos de liga, una CONCACAF, una Copa MX y tres Campeón de Campeones; sin dejar a un lado que en el trance se llegó a una final de Copa Libertadores y tres de CONCACAF.

Los comandados por Ricardo: Tuca Ferreti, se volvieron el equipo más sólido de la década, disputando al menos una final por año entre 2014 y 2020.

Sin embargo, el tiempo no perdona, y tiende a ser rencoroso con quienes se acuestan en sus laureles, esperando a que la gloria les caiga del cielo.

Tigres no ha sabido manejar de manera adecuada su transición. Pasaron de tener un cuadro titular de primer nivel, a competir con once buenos jugadores… pero buenos a secas.

Y la banca también se ha debilitado.

Antes se tenía como opciones de cambio a elementos como: Damián Álvarez, Joffre Guerrón, Lucas Zelarayán, Ismael Sosa o Jürgen Damm. El coraje de sus aficionados era que Edu Vargas o Enner Valencia no rendían como correspondía en el cuadro titular, o que el equipo ganaba de manera apretada.

Antes se fichaba al goleador de la selección chilena y al de la ecuatoriana; al 10 interesante de Belgrado y a Rafa Carioca. Se repatriaba a Guido Pizarro y el conflicto era acomodar a los mejores, sabiendo que había más de once de muy buen nivel.

Hoy se contratan a elementos como: Diego Reyes, Carlos González o el propio Leo Fernández, que aunque promete mucho, sigue sin estar al nivel de las contrataciones anteriormente mencionadas.

Hombres como Javier Aquino o Luis Quiñones (cuestionados en su momento), hoy son constantes en la nómina principal porque sencillamente no hay más. O hay, pero de nivel regular.

La crisis de Tigres ya no es subjetiva, sino verdadera.

Antes se decía que el equipo estaba en crisis porque salía campeón con Nahuel Guzmán como héroe o porque André-Pierre Gignac los salvaba con sus goles. Hoy se está fuera de zona de repechaje, y no se ve por dónde logren levantarse.

Cuando todo está dicho, decir más, está de más.

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Texto: Jaime Garza 
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LA PLUMA DE JAIME GARZA

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