Brian Wilson en Monterrey
Brian Wilson, el mítico líder de The Beach Boys, llegó a Monterrey por primera vez encumbrado como una leyenda de la música pop. Una de las figuras más importantes en la historia de la música se presentó en el Auditorio Pabellón M en un concierto fuera de serie.
Acompañado de 12 músicos en escena, y de los ex integrantes de The Beach Boys, Al Jardine y Blondie Chaplin, Brian Wilson nos recetó una noche espectacular en la que la perfección rondo en el aire.
Con un inicio sin respiro, Wilson y compañía salieron a escena para comenzar con “California Girls”, para sin parar darle caño muy a su estilo con “Dance Dance Dance”, “I Get Around”, “Shutdown”, “Deuce Couple”, respirar unos segundos para que Al Jardine nos cantara sobre una motocicleta en “Little Honda” y ya en tan solo 30 minutos estábamos inmersos en la buena vibra surfera y rocanrolera de los sesentas.
33 canciones fueron las que Brian Wilson nos recetó anoche en el Auditorio del Pabellón M, en donde en ninguna de ellas fuimos capaces de detectar algún fallo en la ejecución. Los músicos con los que se hace acompañar Wilson son de primer nivel, y el carisma de Blondie Chaplin esta fuera de duda, simplemente conecta con la gente, que en su mayoría asistió acompañada, ya sea de sus padres, de sus hijos, de sus novios o amigos, como lo quieran ver, y es que, gente de todas las edades se dieron cita para recordar el legado de una de las bandas más icónicas de la cultura pop.
El climax de la noche vendría con el performance completo del disco Pet Sounds, considerado por la revista Rolling Stone como el segundo mejor disco de la historia. “Wouldn’t it be Nice” abrió las formalidades para después escuchar “You Still Believe in Me”, “That’s not Me”, “Don’t Talk”, “I’m Waiting for the Day”, “Let’s go Away for a While” y “Sloop John B”, después de esto, Al Jardine confesó que tocarían su canción favorita, y el público se llenó de alegría, derramo una que otra lagrima y simplemente se entregaron con respeto y cariño a Brian Wilson cuando interpretaron “God Only Knows”, sin duda, una de las mejores canciones de todos los tiempos.
“Pet Sound” daría ese toque psicodélico, muy distintivo de la época hippie sesentera, y cerrarían con “Caroline, No”. Después de ahí, la segunda parte del show fue todo un elixir y deleite.
“Good Vibrations” pondría a todos los presentes de pie para bailar, cantar y abrazarse con quien sea, la noche ya era más que fantástica y mágica. “Help me Rhonda” y “Barbara Ann” son dos joyas del rockabilly y que sin duda, son perfectas elecciones para ir dándole paso a “Surfin’ USA”, una de las máximas muestras de que el surf, la psicodelia y el rockabilly pueden dar paso a algo grande.
“Fun, Fun, Fun” y la hermosa “Love and Mercy” cerraron una noche brillante, en donde, como decíamos al principio, la perfección rondo en el aire, gracias a la atinada y perfecta ejecución de la magia de las composiciones de Brian Wilson, quien brindó una noche memorable en Monterrey.
