Helloooooooooo, ¿cómo están?

Hace unas semanas me hice el Microblading en Mulier, que está en Place Vendome esquina con José Vasconcelos en San Pedro Garza García. Desde que llegue Mayra me trato súper bien, me despejo dudas y me platico sobre el Microblading.

Soy súper cejona pero mi vello es muy delgado o muy “claro” pese a tenerlas gruesas no estaba tan cool.

El microblading es una pigmentación de las cejas, pero a diferencia de la micropigmentación, el proceso es completamente manual, en donde van trazando el pelo a pelo de tu ceja para darle forma rellenando los espacios vacíos.

El proceso tarda alrededor de 2 horas pero con la plática que nos aventamos Mayra y yo, se nos fue volando el tiempo y aparte vale completamente la pena. Primero, se define la forma de tu ceja, se escoge el tono de pigmento más adecuado y con un lápiz se traza para que tengas una idea de cómo se verá el resultado final. Posteriormente, se utiliza un lápiz y aguja especial que deposita pigmento en la epidermis, simulando pelo por pelo.

¿Dolor? Cero, o será que yo soy muy fuerte para eso pero realmente no sentí nada. Los cuidados posteriores que me dieron fueron:

  • No comer fresas y mariscos por 3 días
  • No rascarme ni retirar la costra que se puede formar
  • Usar una cremita que ahí me dieron el nombre para hidratar la zona
  • No dormirme de manera que mis cejas rozaran con la almohada / sabana / colcha

VENTAJAS

Una de las mayores ventajas es el aspecto natural que tendrás, muy diferente al del tatuaje. Además, el resultado final puede durar poco más de 1 año, aunque se recomiendan retoques. Por ser un proceso completamente manual, los resultados son más cuidadosos. Otra cosa, AMO que puedo traer cero maquillaje y como quiera me veo decente jaja y me ahorro mucho tiempo en mis rutinas por la mañana.

En unas semanas iré a mi primer retoque, no se pierdan en mi instagram las stories.

¡Besos!

Texto: Angie

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