Reseña: Beach house en Monterrey
Beach House, el dúo conformado por Victoria Legrand y Alex Scally, se presentó en el Auditorio Pabellón M transportando a los regios a un sueño espacial y alucinante.
El dúo de Baltimore llegó presentando su excelente disco Once Twice Melody en un concierto, en donde con su música, te llevan por diferentes caminos, pequeños viajes que te inspiran a imaginarte en otro planeta.
Con 18 años de carrera a cuestas, Beach House está en una etapa de inspiración y ejecución de su show en vivo inigualable, y sin duda son de las mejores bandas de dream pop hoy en día.
Incorporando sonidos provenientes del shoegaze, indie pop y la psicodelia, un concierto de Beach House es como ver la luz en la oscuridad, y sus melodías son como un arrullo para el escucha.
El concierto comenzó con “Once Twice Melody”, esa estupenda canción del disco homónimo de este año que va progresando desde lo acústico hasta reventar en un sonido casi cinemático, sombrío y explosivo.
En el escenario veíamos que, con tan solo unos teclados, una batería (a cargo de James Barone), una guitarra y pedales, los músicos tenían para transportarnos por oscuros, y algunas veces luminosos, sonidos atmosféricos, una formula ya probada que a veces se confunde con “música para dormir”, pero, todo lo contrario, es música para soñar.
No pasó mucho tiempo para comprobar que Beach House podía levantar de sus asientos a la gente, y llevarlos a su melódico universo.
Cuando la banda tocó “Space Song”, de su álbum Depression Cherry del 2015, y Legrand entonó, una y otra vez, las letras “Fall back into place” como un mantra climático hacía el final de la canción, todos en el Auditorio respondieron al unisonó, como si estuvieran levantándose y cayéndose como uno mismo.
El concierto nos llevó por canciones populares, pero también cortes menos conocidos de la banda, y sonaron “Silver Soul”, “PPP”, “Lemon Glow”, “Pink Funeral”, “Myth”, “Over and Over”, entre otras. Durante todo el concierto muchos fans no pararon de grabar con sus celulares, casi hipnotizados por las melodías.
El concierto de Beach House en Monterrey sirvió como un recordatorio de que, a veces, para ver, y soñar, claramente, solo tienes que cerrar los ojos, dejarte llevar y sentir profundamente la energía a tu alrededor.
P.D. ¿Qué onda con la media hora de cumbias que puso el sonido del Auditorio Pabellón M antes de empezar Beach House?
Texto: Víctor Moreno
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