Reseña: Keane y Travis en Monterrey
Contrario a lo que sucedió con Interpol y Franz Ferdinand, el Auditorio Citibanamex lució llenó (cifra oficial: 8,000 personas) para ver a dos de las bandas más melancólicas del britpop, y que se presentaban en Monterrey tras varios años de ausencia.
Tanto Travis como Keane llegaron a la ciudad días antes de su presentación en el Corona Capital, y si lo que vimos es una indicación de lo que sucederá en la capital del país, Keane va a robar la edición 2019.
Pero primero, Travis llegaba celebrando los 20 años de The Man Who, su segundo disco de estudio, y el más exitoso de su carrera, es por eso que el show fue muy cargado con canciones del álbum. “Driftwood”, “Writing to Reach You”, “Why Does It Always Rain on Me?” y “Turn” formaron parte de las interpretaciones provenientes de esta placa discográfica.
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«No one’s playing guitars any more, but that doesn’t matter and I don’t give a shit». Antes de comenzar este tour, el año pasado, el líder y vocalista de Travis, Fran Healy declaró esto, y bueno, Keane no usa guitarras, irónico que vuelvan a coincidir en una gira.
Con casi 30 años de trayectoria, Travis ayudó, en cierta manera, a pavimentar el camino de bandas que fueron más populares que ellos (Coldplay, Keane, Snow Patrol), sin embargo, la experiencia y capacidad de los escoceses se hizo sentir la noche de anoche, y es que, aunque su set fue corto, supieron sacudir al público con “Re Offender”, “Sing”, “Closer” y la muy esperada “Flowers in the Window”.
Travis es una banda que desde el lanzamiento de su primer disco, mantiene la misma formación, razón por la cual suenan tan bien en vivo. Son compactos, se entienden muy bien y demuestran mucha armonía y perfecta ejecución en cada una de sus canciones.
Pero era hora del plato principal.
Tom Chaplin dijo que no podía comenzar de mejor manera la gira de Keane por Latinoamérica que aquí en Monterrey. El inglés bromeo con el frío que hacía en la ciudad, mientras sus fans gritaban y se le entregaban a la banda, que para ser sinceros, brilló y conquistó a la gente con su emotividad.
La audiencia, en su gran mayoría conformada por mujeres, comenzó a gritar mientras sonaba el intro de “You’re Not Home”, una canción de su último álbum Cause and Effect, es una canción suave, pero con un intro instrumental perfecta para plantar el comienzo del show.
“Bend and Break” y “Silenced by the Night” provocó que los pocos que permanecían sentados, se pusieran de pie, a final de cuentas, poco se podía hacer, Keane ya había tomado la noche y contagiado a sus fans.
“Everybody’s Changing” puso hasta al novio/esposo que vino a la fuerza de pie y “Is It Any Wonder?” los puso a bailar. Es una gloriosa colaboración entre banda y audiencia, todos bailando, coreando y recordando el inicio del milenio.
Suena “Spiralling” y Tom comenta que es por esto que decidieron venir a Latinoamérica, porqué aquí la gente les grita por su nombre, algo que ni sus familias hacen.
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Es un set de más de 20 canciones, 2 horas de música, suena “A Bad Dream” y la nostalgia nos sigue alimentando para seguir cantando y recordando buenos tiempos. No por nada, en el Reino Unido han alabado el regreso de Keane, marcando sus shows como grandiosos, espectaculares, satisfactorios, etc.
Tom Chaplin ha mejorado con los años, su control del escenario es evidente y su interpretación vocal ha mejorado con el paso del tiempo.
Keane celebra sus 24 años como uno de los grandes nombres del rock pop británico.
Fotografías: Alberto Mandujano
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Texto: Víctor Moreno
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