A nuestro café

A nuestro café

Entre casas sacadas de cuento de realismo magico dónde fácilmente podría vivir el personaje Aura de Carlos Fuentes y los árboles con décadas de historias habitan, se encuentra uno de los lugares hechos con más amor de Monterrey.

En la colonia mirador un lugar donde la clase alta regia solía vivir, hoy más usada para oficinas se ubica Galería Cioccocakes un café temático dónde se exponen decoraciones de pasteles de diferentes artistas universales.

A nuestro café

Les seré sincero en esta ocasión, mi opinión respecto a este hermoso café está sesgada totalmente (¿No lo están todas?) porque subiendo sus escaleras de caracol, caminando al fondo unos 10 metros aproximadamente, en una mesa estilo rococó o barroca (siempre me ha costado trabajo diferenciarlos en muebles) sentado en un día caluroso clásico de nuestra ciudad con sudor de estrés por el trabajo, viendo a los grandes ojos miel de una persona compartiendo un cheesecake de oreo el cual es mi recomendación personal del lugar con un café mocha frío cada quien hablando de nada y a la vez de todo fue donde por primera vez pensé «auténticamente amo a alguien».

A nuestro café

Con el tiempo paso de ser «un café» a ser «nuestro café» idea que reflexionando me llevo hacía un camino mental de como los pequeños espacios dónde se despacha cafeína en la metrópoli han ganado relevancia cultural por el sentido de pertenencia que generan.

Todos hemos dicho «vamos a mis tacos» creyéndonos dueños de los espacios culinarios de tan arraigados que lo tenemos a nuestra identidad personal llegando a hacerlos sagrados.

Hoy en la ZMM con la increíble cantidad de cafeterías que abren casi semanalmente los regios podemos tener «nuestro café».

A nuestro café

La experiencia de Galería Cioccocakes es muy diferente desde mi punto de vista a otros establecimientos, empezando con el lugar, una casa impresionante sacada de un sueño de alguien que ama lo vintage con una arquitectura muy diferente de lo que nos tiene acostumbrado Monterrey desde que empezó la gentrificación y una sala de exposición dónde nos enseñan decorados temáticos desde Van Gogh hasta Frida Kahlo le dan un valor agregado para la gente curiosa que va por primera vez, siempre he digo que el concepto jala para ir por primera vez pero el alma de volver ir es enamorarte de algo en particular, ya sea como te hace sentir dónde estás, una memoria o como sabe lo que se sirve y en Galería Cioccocakes tienes de dónde agarrar para enamorarte de este café.

A nuestro café

Sus pasteles hechos con magia se nota la diferencia de calidad contra sus iguales, se nota que la repostera del lugar de verdad le importa darle algo que te enamore y su servicio a pesar de ser un lugar bastante grande( cuentan con dos pisos, una terraza y dos patios) es bastante eficiente en tiempos para la gente que viene hambreada.

A nuestro café

Por la increíble experiencia que es ir los invito a que se pongan sus oufits mamadores, queden con la morita especial, se tomen unas fotos chidas para ir e igual la vida convierte a Galería Cioccocakes en «nuestro café».

Tacos, cigarros y un poco de nostalgia

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