Cuando acecha la maldad’

Será difícil escapar del mal y sus perversiones con la nueva historia de terror que el director Demián Rugna nos trae a cines: Cuando acecha la maldad, la cual está en cartelera gracias a Cinépolis Distribución.

Esta película argentina nos cuenta la historia de dos hermanos en un lejano pueblo que, al descubrir a un hombre poseído por un demonio, desatan la maldad de una forma tan acelerada que los obliga a huir lo más pronto posible.

Debo decir que me gustó mucho esta historia de terror, no tanto por el miedo que me causó, sino por lo poco predecible que es, ya que en un inicio no entiendes muy bien lo que está pasando una vez que los hermanos encuentran al “encarnado”, y te sientes confundido al no saber el motivo de tanto pánico, pero poco a poco la historia va sorprendiéndote por lo caótica que se está convirtiendo.

El ritmo es otro factor importante, ya que a diferencia de otras películas de posesión aquí todo cambia de manera acelerada una vez desatado el mal, haciéndome sentir como si estuviera viendo una película de zombies donde el virus está apenas brotando sobre la ciudad, lo que refuerza aún más la tensión en la historia, ya que al ver lo desesperados que están nuestros personajes principales en escapar del pueblo, y ver los destrozos que el mal causa en este, te hace sentir abrumado e intrigado por cómo se resolverá todo.

A diferencia de muchas historias de terror, aquí el misterio mito del “encarnado” parece ser algo conocido por todo el pueblo, lo cual abre paso a una interesante interacción, donde no tenemos que ver como los protagonistas permanecen indiferentes ante el problema que tienen durante un inicio y esperamos que alguien más conocedor les explique lo que tienen ante sus ojos, sino que este contexto facilita el rápido ritmo que tiene la trama y permite que nuestros personajes lidien con el problema desde un inicio.

Algo que no considero exagerado es la sangre, ya que podemos ver desde las películas más sangrientas donde las cortadas parecen tener una manguera a presión poco realista, o por otro lado nada de sangre como una película de Disney. En este caso hay muchas escenas muy explícitas en las que nos demuestran la capacidad de crear momentos sangrientos sin llegar a ser demasiado grotescos pero muy impactantes. Eso sí, el “encarnado” verdaderamente es verdaderamente asqueroso, difícil de ver por mucho tiempo.

Por otro lado, si bien el inicio es muy impactante y mantiene un excelente ritmo, todo empieza a cambiar en el tercer acto, ya que todo lo que tenía de bueno los primeros dos comienza a perderse: la historia se vuelve algo predecible, el ritmo baja drásticamente y las explicaciones que nos ofrecen detrás del misterio no son lo suficientemente bueno para respaldarlo, por lo que puede llegar a tener un final algo agridulce comparado con lo bien que se construye el inicio de la película.

No diría que es de las mejores, pero si disfrutas de las historias de terror, en especial sobre posesiones, te va a encantar esta película. Y más que miedo, lo que sí puede generar en toda la sala es tensión.

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