Corría el año de 1967 en la siempre dura ciudad industrial de Detroit, cuando un joven llamado James Newell Osterberg exigía le llamaran Iggy Pop. A partir de ese momento, Iggy formo a The Stooges en compañía de los hermanos Asheton (Ron en la guitarra y Scott en la batería) y su amigo Dave Alexander (bajo).
Surgidos en los años en los que el rock psicodélico mandaba, recordemos, estos eran los años de la época más revolucionaria de The Beatles, The Rolling Stones, The Doors y el glam rock nacía con David Bowie, T. Rex y The New York Dolls. A pesar de eso, otro movimiento musical y cultural estaba tomando forma gracias a las enloquecidas presentaciones de The Stooges, que incluían a un Iggy Pop lacerarse el cuerpo revolcándose en cristales rotos, cortarse a navajazos, bañar al público (y a él) de sangre y exponer sus genitales en el escenario. Gracias a todo esto, y al sonido áspero, crudo y casi kamikaze de la banda, The Stooges darían forma al punk rock.
Mucho antes que The Ramones sacaran su primer disco por allá de 1976 y que The Sex Pistols hicieran lo propio en 1977, The Stooges ya habían lanzado 3 discos, el casi desapercibido The Stooges (1969), el crudo y ruidoso Fun House (1970) y el espectacular Raw Power (1973), este último disco bajo la protección de David Bowie quien guío a una banda a punto de autodestruirse al estudio para grabar su obra maestra.
Canciones como “Search and Destroy”, “Gimme Danger”, “Penetration”, “You Pretty Face Is Goint to Hell”, “I Need Somebody”, “Down on the Street” y “Fun House” son piedras angulares y ejemplos a seguir de todo lo que el verdadero rock punk debe de sonar y proponer. Para cuando exploto el movimiento punk en 1977 en el Reino Unido y NYC, Raw Power se convirtió en un disco de culto y regreso a las listas de popularidad, clara muestra de su influencia y legado.
Crudos, poderosos, ruidosos y amenazadores, The Stooges fue la primera banda punk de la historia.