Enrique Bunbury se encuentra, por ahora, en una autoimpuesta etapa de retirada de los escenarios, pero eso no le impide seguir siendo creativo con la salida de un nuevo disco que ya está en plataformas digitales y lleva por nombre Greta Garbo, un homenaje directo a la musa sueca del cine. Se trata de un álbum que ha sido grabado a finales del año pasado en El Desierto Casa Estudio, a las afueras de la Ciudad de México. La famosa actriz sueca decidió abandonar la escena cinematográfica a la edad de 36 años, en el cénit de su carrera.
Esta vez, tras romper con su banda Los Santos Inocentes, Bunbury se ha hecho acompañar por el guitarrista Raoul Chichin, Adan Jodorowsky en el bajo (que también produjo el disco), el batería y percusionista Bernardo Rodríguez y Victor Mechanick en los teclados.
El disco está disponible en vinilo negro de 180 gramos, una edición especial en vinilo transparente que incluye un single con dos temas y el cd, que se resiste a morir como formato a pesar de todos los elementos que juegan en su contra a día de hoy.
El primer sencillo fue “Invulnerables”, que vino acompañado con un vídeo del que Jose Girl, pareja de Bunbury, señaló las motivaciones e ideas que estaban detrás del videoclip. “Enrique y yo sentimos que pedía ser acompañada de un vídeo de banda. Es una canción muy enérgica y pedía trasladar esa energía del directo a las imágenes”, relató mientras en el vídeo se observa la banda mencionada anteriormente.
El segundo adelanto del disco fue “Alaska”, canción que vino acompañada de un videoclip en donde se aprecian paisajes nevados del estado que se halla en el extremo noroeste de América del Norte.
Bunbury anunció el 28 de febrero de 2022 su retirada de los conciertos por sus recurrentes problemas de garganta, dejando atrás el lamento de sus fans que no pudieron verlo en las últimas fechas programadas, cerrando de tajo cualquier posibilidad de reagendar los directos que tenía pendientes.
Pero con el lanzamiento de este nuevo disco se reabre la oportunidad de volverlo a ver arriba de una tarima.
Bunbury anunció que regresará a los escenarios, una vez ya solucionado el problema que le aquejaba, ya que es alérgico al glicol, un químico que viene en el humo que se utiliza en diversos espectáculos.
‘Mis giras son muy largas, hablar de un año o dos en una me causa ahora mismo cierto rechazo, por venir de donde vengo, pero existe esa conexión que sólo ocurre en un escenario, es una comunicación colectiva. Nosotros los músicos sentimos y tocamos diferente, depende de la reacción del público.’
‘Me gustaría solucionarlo realizando conciertos puntuales. Lo que proponemos es hacer algunos seleccionados en ciudades concretas en distintos países, vamos a anunciar pronto unos a finales de este año y unos pocos para el año que viene (2024).’
Por lo pronto, Bunbury ya anunció los conciertos programados para el verano del próximo año.
Además, a principios de año el aragonés publico el poemario Microdosis, un diario poético sobre su experiencia con los hongos alucinógenos.
Bunbury asegura que experimentó en su conciencia con la ingesta de microdosis de psilocibina, un compuesto alucinógeno responsable del efecto psicoactivo de ciertos hongos comestibles. Un viaje interior que ha acabado plasmando en forma de versos en un tono confesional.
“Es un poemario potente y crítico, no exento de ironía, humor y cierto dramatismo estético, que aborda un tema social que está en el candelero”, se lee en un comunicado de prensa en el que también se revela que Microdosis fue escrito durante los últimos dos años (después de su primer libro de poemas, Exilio Topanga).
“Enrique es un poeta muy inusual en sus procedimientos, en lo que busca a través de la palabra. Ha hecho un libro con frescura, desde la honestidad”, señala en el prólogo el poeta valenciano Vicente Gallego.
Enrique Bunbury comenzó su carrera artística como cantante y escritor de canciones en 1986, formando parte de Héroes del Silencio, banda de rock en la que permaneció durante diez años y con los que grabó cuatro discos de estudio, El Mar No Cesa (1988), Senderos de Traición (1990), El Espíritu del Vino (1993) y Avalancha (1996). Tras la disolución del grupo, Enrique emprendió su carrera solista, con el álbum Radical Sonora (1997), que se ha extendido hasta la actualidad, siendo ya más de 25 años de enorme éxito, y que hasta la fecha continúa cruzando fronteras.
Al paso de los años, Enrique ha demostrado su gran valía, gracias a sus enormes producciones que lo han convertido en uno de los artistas más destacados de las redes sociales y las plataformas digitales.
