Escuchando el nuevo tema de José Madero, titulado ‘Teoremas, etc.‘, sentí dar un viaje en el tiempo y me vi de nueva cuenta en la Preparatoria. Con los jeans rotos y la camiseta negra. Con los converse gastados y el reproductor de música alterado para que nadie se diera cuenta de que en medio de Nirvana, Soundgarden, Pearl Jam, Alice in Chains, Ramones, Sex Pistols entre otras bandas, había también canciones de Panda.
Siempre ha estado de moda decir que no nos gusta cierto grupo o cierto género e igual escucharlo. Ocurre desde antaño y sigue sucediendo aún en este 2021.
Sin embargo, esto suele pasar cuando te la das de rockero y escuchas pop. O cuando te jactas de tener gusto refinado y en tu playlist hay reguetón, música villera, colombiana, vallenata y hasta rebajada.
¿Pero por qué sucedía esto con Panda?
Por ser una banda comercial, supongo.
¿Pero que acaso El Tri no fue comercial? ¿Caifanes o La Maldita Vecindad no entran también en dicha categoría? ¿Por qué Panda fue visto como una moda y no como un culto?
Hay algunas razones…
Está el tema de los plagios y la supuesta arrogancia de sus integrantes. El haber atrapado a chicas que solían hacerle gestos al género, cuyo acto parecía llenar de orgullo a los rockeros, como si tal desprecio les diera cierto nivel socio cultural, también les jugó en contra.
No obstante, Panda se separó, y el repudio se convirtió en nostalgia.
Muchos de los que antes decían odiar a Panda, hoy se hacen pasar por viejos fans y cantan, melancólicamente, ‘Narcisista por excelencia’, ‘Procedimientos para llegar a un común acuerdo’, ‘Los malaventurados no lloran’, entre otras canciones.
El perdón, sin embargo, no ha llegado para Pepe Madero.
¿Qué ha hecho de mal José Madero Vizcaíno para que la gente se niegue a aceptarlo como uno de los mejores compositores regiomontanos de los últimos años?
Una cosa es el gusto, y otra la calidad.
Puede no gustarte el trabajo de Pepe Madero… puede caerte mal, incluso, su imagen púbica (a la persona pocos la conocen), pero su arte ahí está. Y nadie puede negar que es un arte bien trabajado.
Sus canciones ofrecen un abanico infinito de interpretaciones.
‘Amnistía’, por ejemplo. Escrita e interpretada aún siendo integrante de Panda, nos habla de un tipo que se siente culpable de algo.
Uno puede pensar que se refiere a una traición amorosa o hasta de índole familiar, pero la letra está inspirada en un ex soldado Nazi que no se perdona los atroces crímenes que cometió durante la guerra.
Y como esta letra hay muchas otras…
José Madero escribe mil historias y las compacta todas en canciones que rara vez superan los cinco minutos.
Odiarlo se volvió una moda porque el tipo es genuino en un mundo gobernado por gente falsa.
Ese fue su pecado.
Cuando todo está dicho, decir más, está de más.
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Texto: Jaime Garza
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