Amor moderno

Las complejidades del amor moderno

Mantener una relación estable en estos tiempos es una labor casi titánica. Y no hablo de la pandemia ni de todo lo que esta ha provocado, sino de esas costumbres que se adoptaron sabrá Dios en qué momento y que la gente abraza con todas sus fuerzas.

¿En qué momento hablar 24/7 con tu pareja se volvió algo obligatorio?

Nuestros padres y nuestros abuelos se veían todas las tardes después de trabajar. O todos los fines de semana, si las jornadas laborales les castigaban los encuentros.

Ahora no solo se ven a diario, sino que están permanentemente en contacto a través del celular. Ya sea por llamada o por mensajes de texto. Y si por alguna razón uno de los dos tarda en contestar y comete el delito de utilizar sus redes para otra cosa, el otro se sentirá con el derecho de reclamarle, y las razones del sujeto en causa irremediablemente abrirán con una disculpa.

¿Disculpa de qué?

Antes las parejas podían manifestar sus celos o inconformidades sin temor a quedar como unos enfermos delante de la gente.

Hoy todos son periodistas clandestinos, y si por ahí ven a un hombre pedirle razones a su novia porque tal chico le habló de extraña manera o sabrá usted el motivo, lo grabarán y subirán a Facebook. El video se hará viral, y lo que antes hubiese sido una discusión de pareja que quizás ni siquiera iba a terminar con el noviazgo, se convertirá en un ejemplo de algo que no debe ocurrir en nuestra sociedad.

¿Algo como qué?

Antes las parejas podían bromear entre sí y asignar roles para que la relación funcionara más allá de los besos y los: te quiero. Ahora una broma puede ser vista como un insulto y los roles saben a imposición.

Antes lo normal era respetar a tu pareja. Ahora lo normal es faltarle al respeto y enojarte si te lo faltan.

Antes la relación era de dos. Ahora todos opinan y todos juzgan.

Antes las atenciones eran vistas como algo bueno. Ahora hay quienes suspiran ante el maltrato y lo normalizan; se burlan de los románticos.

Porque antes la lucha era por saber quién amaba más a quién; ahora no sentir está de moda.

Las complejidades del amor moderno son tantas, que no me sorprendería que, dentro de algunos años, lo raro sea enamorarse.

Cuando todo está dicho, decir más, está de más.

También te puede interesar:

Texto: Jaime Garza 
Follow @JaimeGarzaAutor

LA PLUMA DE JAIME GARZA

Comentarios

comentarios