Luca

LUCA

Cada vez que una película de Pixar sale a la luz, representa un acontecimiento importante para el cine de animación 3D, ya sea por qué estamos tan acostumbrados a la idiosincrasia estadounidense o por la mega ola de publicidad que nos inunda en redes sociales cada vez que se acerca su fecha de estreno o incluso por la inercia de popularidad y legado que éste estudio ha conseguido con el paso de los años, todo eso aun incluyendo sus tropiezos (¡Si! nos dirigimos a ti Un gran dinosaurio).

Pero aun así, de alguna manera toda la publicidad consigue su objetivo, hace que vayamos a las salas de cine, o desde hace algunos meses (más de un año), nos provoca sentarnos en nuestro sofá y ver su nueva propuesta.

En este caso y dando un poco de contexto, el espectador tiene que saltar de plataforma en plataforma para buscar la opción de su interés, sin ir más lejos, a finales del año pasado vimos una propuesta reflexiva de Disney Plus con «Soul«, «Los Croods» llegaron a los complejos de cine con su comedia familiar, «Tom y Jerry» nos decepcionó en su lanzamiento para HBO MAX y «Los Mitchell vs las máquinas» nos maravillaron con su grandísima propuesta en Netflix. Todo esto lo menciono por el particular tratamiento que cada productora le imprime a la propuesta en turno, y en este caso LUCA es la película más parecida al modelo «Disney» que cualquiera de nosotros pudiera imaginar.

LUCA es una fantástica historia que nos adentra en una ficticia villa de Italia, allí en las profundidades de la costa vive Luca, un monstro marino que tras varios sucesos despierta su interés por ascender al pueblo de Portorosso, para así descubrir junto a su nuevo amigo Alberto las costumbres de los humanos y vivir aventuras que él no tiene en su rutinaria vida bajo el océano.

Comencemos diciendo que ésta no es ni pretende ser la nueva joya de Pixar. Eso no es necesariamente bueno o malo, ya que bajo esa premisa, la historia mesura sus pretensiones y se dedica a desarrollar los conceptos que la hacen funcionar, por qué si, ¡funciona!, la historia funciona a su menor escala…pero lo hace.

Un gran punto a favor de LUCA es la historia bastante simple, se desarrolla como un clásico coming of age, con todo y sus lugares comunes, los personajes que ya hemos conocido y el desarrollo de cada uno de ellos. La trama no es arriesgada, pero cumple su objetivo, ser una aventura, breve, divertida y entretenida, los personajes en su gran mayoría cumplen su cometido a favor de que la trama avance. Mención especial al personaje de Giulia, quién en mi opinión es uno de los personajes más interesantes y mejor presentados de todo el universo Pixar.

Otra gran ventaja de la cinta es el gran diseño de producción que la animación tiene, la ambientación de las escenas, teniendo sus puntos más altos en las secuencias realizadas en la ciudad, en ese sentido, realmente nos transportamos hasta la ficticia Portorosso, cada parte de la ciudad nos hace sentir en las entrañas de Italia, se cumple el propósito de transportar al espectador hasta ese lugar, como sucedió hace un par de años en COCO.

Adentrándonos en el tema de la historia, empezaré por aseverar que la trama es sumamente personal y se nota el sello del autor, en este caso el director Enrico Casarosa mediante su propuesta narrativa nos propone un tema que él conoce y eso se denota en la forma en la que aborda la historia y desarrolla la relación de amistad entre Luca y Alberto, con una delicadeza y toque sutil de un cineasta que domina el género. Con esto me refiero a que talvez podemos remontarnos a esos grandes momentos autor – película de Pixar como fue el caso de Pete Doctor en Intensamente.

Y si anteriormente mencioné que la amistad es el tema central y motor de la cinta es por qué, no se detiene a explicar tramas secundarias o a desarrollar más, en ningún momento se nos da el contexto del por qué los monstros no pueden mezclarse con los humanos o la razón por la que Portorosso históricamente los odia, esto y otras cosas más hacen que el desenlace de la historia pierda fuerza y se sienta desangelado a medida que transcurre el clímax.

Otro aspecto que le juega en contra es la falta de un antagonismo claro, algo que obstaculice las aspiraciones de los protagonistas, una amenaza que realmente nos haga dudar si Luca y compañía lograrán su cometido, quiero decir hay un par de personajes que intentan que esto no suceda, pero no puedo dejar de pensar que le quedan muy lejos a los grandes villanos de Pixar, ¡Quiero decir, Lotso, síndrome o Anton Ego podrían dar cátedra de cómo obstaculizar pretensión es de los protagonistas!

Y si, el mensaje es bonito y queda claro, impera la demostración de que la aceptación entre nosotros mismos nos acerca a tener una mejor comunicación como personas, pero no puedo dejar de pensar que la película prometía mucho pero sus ambiciones fueron claras y desmintieron cada despunte épico que Luca pudiera llegar a tener.

Aun así, si éste es el nivel estándar que Pixar puede ofrecer, debemos apreciar que sigue siendo un listón muy alto, mientras tanto debemos recordar que los mejores logros del estudio de la lamparita «Luxo» son por medio de historias originales y no por secuelas, (la única excepción a la regla es la saga de Toy Story) aunque tengamos que tomar el riesgo de ver cintas buenas, malas o regulares, pero en esta caso Luca cumple es buena » a secas.

Texto: Omar Guajardo

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