Hace 16 años llegó a las pantallas una película independiente titulada Crepúsculo – o Twilight pa´ los bilingües – sin saber que revolucionaria el cine y la venta de libros para adolescentes. Impulso la carrera de Kristen Stewart y lanzo a la fama a Robert Pattinson y Taylor Lautner; te gusten o no las películas, no se puede negar el éxito rotundo que tuvo en box office que hizo que se hicieran película de los otros tres libros de la saga con un presupuesto mayor que la primera.
Hagamos un #throwback a esta saga de vampiros y hombres lobos y analicemos; ¿Realmente es tan mala como algunos afirman?, ¿fue un prejuicio de cierto público el que dio esta opinión popular o una crítica justificada?
Empecemos con los libros, su autora Stephenie Meyer, supo entregar un buen libro para su público meta de ciencia ficción donde incluía vampiros que se mezclaban con la sociedad tratando de evitar beber la sangre de la gente inocente, y uno se enamora de una humana. Hasta ahí, vamos muy bien. El libro está bien escrito, cuenta con una protagonista que tiene una personalidad muy detallada y cómo esta manera de ser – tímida, diferente, aislada – la acerca a Edward Cullen, que todo el libro gira alrededor de él. Un romance comienza entre estos, uno muy inocente, pero no sutil. Los protagonistas llegan a desarrollar esta obsesión y apego uno con el otro que llegó a ser muy criticado por el público, pero ese es otro tema.
El final da un cierre a la problemática que enfrentó la pareja con el villano principal, pero te deja con un final abierto sobre su relación. Con esto Meyer abre paso a otros tres libros más.
El segundo libro nos introduce al siguiente personaje principal que es Jacob Black y los hombres lobo, también nos introduce por completo a los Vulturi que tienen peso en los próximos libros. El tercer libro, en mi opinión, la autora se lo pudo ahorrar. El cuarto y último libro tuvo el interesante plot twist de darnos una parte contada por Jacob Black, haciendo un regreso con Bella convertida en vampira y descubriendo su lado maternal. Stephenie Meyer le dio un buen cierre a su saga, una que te deja en claro como no regresa para darnos más libros con estos personajes.
Ahora, las películas. La primera película, en la que nos concentraremos, tiene una vibra distinta del resto de películas para adolescentes, en parte por ser de bajo presupuesto y estar más del lado emo que comedia romántica.
Sientes una tensión un poco sobreactuada entre Bella y Edward, aun así Kristen y Robert tienen una increíble química que sobrepaso la pantalla. A todo esto agregamos el comentario de que la película tiene una paleta azulada, para asegurarnos que entiendas que estamos en un pueblo donde no sale el sol. A lo largo de la película, entre algunos personajes se llegan a dar unas miradas que se sienten hasta cierto punto incomodas. Es una historia que se va desarrollando lentamente, justo como el libro, que lograron adaptarlo muy bien a la pantalla.
Agreguemos que Crepúsculo es totalmente hecha por mujeres. Es escrita (tanto el libro como el guión), dirigida, y protagonizada por mujeres. No podemos negar que su público meta son niñas adolescentes, ¿será por esto que fue tan odiada en su momento? La sociedad tiende a ridiculizar cualquier cosa que tenga como target a las mujeres jóvenes. Esta película, y saga, que se convirtió en un fenómeno cultural, llego a ser tan menospreciado, que un profesor de la Universidad de Harvard llevo un estudio acabo titulado «El fanatismo de odiar Crepúsculo».
Crepúsculo no es una mala película, el casting fue acertado, la química entre los protagonistas es bueno – aunque le falto más en el guión – sigue la historia lo más parecida a los libros y te ambienta en Forks, el pueblito lluvioso. Tiene su área en la que se pudo haber trabajado más, como la dinámica con los otros Cullen o no forzar tanto a los villanos, o conocer mejor a los amigos de la escuela, pero fuera de esos detalles – que toda película tiene – no tiene nada de especial para odiar.
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Texto: Estefanía Banda
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