Titán está de vuelta con Nave Nodriza, un disco que introduce nuevos sonidos y hasta una nueva alineación, ya sin Jay de la Cueva.
A principios de julio la banda lanzó ‘Flecha’, el primer adelanto de la nueva era de Titán, cuyo último álbum de estudio, Dama, había sido lanzado en el 2016. La colaboración con Vladislav Isaev sumerge a sus fans en el nuevo camino musical de la banda.
Esta nueva entrega mantiene el clásico estilo experimental de Titán que mezcla el rock y la música electrónica, pero su evolución es latente. “Queríamos salir un poco del lugar en el que nos habíamos metido. Es totalmente premeditado volver a este lugar instrumental y retomar un poco de lo que es esencial de Titán”, cuenta Julián Lede (aka Silverio) en El País.
Nave Nodriza es un viaje entre la nostalgia y la actualidad, los disfraces, los roles, las máscaras, y la realidad que tenemos enfrente. “Es música para bailar en el apocalipsis. Para reírse ante la desesperanza. Para amanecerse aceptando las consecuencias”, señaló Lede.
‘El Predicador’, un tema que habían guardado para el lanzamiento del álbum, destaca por su narrativa en la que una voz parece brindar al escucha instrucciones precisas para cometer un acto ambiguo y difícil de explicar. Claro, estas voces sólo habitan en la imaginación, pero se sonorizan a través de las canciones de la agrupación.
Titán fue uno de los grupos pioneros de la música electrónica en México con su formación en 1992. Emilio Acevedo, conocido por su proyecto de producción Lasser Drakar, y Julián Lede, creador del personaje musical Silverio, ahora se acompañan de Yamil Rezc tras la partida de Jay de la Cueva, quien se unió al grupo a finales de los 90s, pero no participó en el álbum de remixes estrenado en el 2022.
La evolución de la banda es tangible en cada tema que balancea a la perfección el espíritu rock y electrónico experimental que cargan desde su origen, ahora con un mayor atrevimiento musical.