Horizonte: Una Leyenda Americana

Kevin Costner ha tardado más de 36 años en materializar este ambicioso proyecto, que se plantea como una saga de cuatro entregas. Con una duración de tres horas, la película se adentra en los 15 años de expansión y asentamiento del oeste americano tras la Guerra Civil de 1861-1865. Sin embargo, en este contexto de 2024, la narrativa parece una campaña política que resulta poco necesaria y, en ciertos aspectos, políticamente incorrecta. La representación de los personajes es problemática: los blancos son retratados como los héroes insuperables, mientras que las personas afrodescendientes e indígenas quedan reducidas a villanos estereotipados.

Uno de los problemas más evidentes de Horizonte: Una Leyenda Americana es su ritmo. La película se siente excesivamente lenta en muchos momentos, lo que puede generar una sensación de pérdida de interés en la audiencia. A medida que avanza la historia, la introducción constante de nuevos personajes y tramas provoca confusión. El espectador se ve abrumado por la cantidad de personajes y, a menudo, se pierde en la complejidad de la narrativa. La falta de desarrollo claro y cohesivo dificulta que el público se conecte emocionalmente con la historia.

En resumen, aunque Horizonte: Una Leyenda Americana tiene un elenco talentoso y aborda un periodo fascinante de la historia americana, pero su ritmo lento y la confusión causada por la multiplicidad de personajes restan valor a la experiencia cinematográfica. Costner tenía una gran oportunidad de crear una obra maestra del western, pero el resultado final deja más preguntas que respuestas.

Horizonte: Una Leyenda Americana llega a las salas de cine a partir del 3 de octubre.

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