Mirreyes vs Godínez

La franquicia Mirreyes vs Godínez se ha ganado un lugar en la comedia mexicana contemporánea al explotar el choque entre dos mundos: los privilegiados que viven de fiesta y los oficinistas que sobreviven al café y a la quincena. Esta secuela, que es la cuarta, lleva a sus personajes a Las Vegas, y solo eso ya es un triunfo: no todas las producciones mexicanas logran pasearse con cámara en mano por la capital del juego, luciendo luces de neón y casinos como si fueran su casa.

Mirreyes conta godínez: Las vegas, póster

El elenco es, sin duda, uno de los mayores aciertos. Cada actor y actriz tiene un sello personal construido a lo largo de su carrera, y aquí se nota que se divierten. La química entre ellos es real, y su energía en pantalla sostiene muchas escenas que, con otro grupo, se habrían desinflado. El timing cómico funciona, el ritmo decae un poco, y hay momentos que harán sonreír por que son chistes muy formulados. Así es como Regina Blandón, Diana Bovio. Michelle Rodríguez, Gloria Stalina, Daniel Tivar, Alejandro de Marino y Roberto Aguirre en conjunto funcionan en la mayor parte de la cinta.

Pero el gran problema es que el guion no arriesga. Todo lo que ocurre en pantalla parece haber sido marcado con plumón fluorescente desde el minuto uno: el personaje que se mete en problemas lo hará, el que busca redención la encontrará, y las tensiones se resolverán en el último segundo con un golpe de suerte. Es la típica receta de “viaje caótico + lección de vida” que hemos visto mil veces. El humor, aunque efectivo en ocasiones, se apoya demasiado en chistes de oficina y clichés sociales que cualquiera que haya trabajado detrás de un escritorio reconocerá… y que ya vimos en la primera entrega.

En resumen: Mirreyes vs Godínez: Las Vegas es como un viaje pagado por la empresa a un destino soñado… pero con el itinerario ya impreso y cero sorpresas. Brilla por su elenco y por el logro de llevar una producción mexicana a un escenario internacional, pero patina en creatividad y riesgo. Es una recomendación segura para los fans de la franquicia, y un pasatiempo ligero para quienes busquen algo predecible pero simpático. Para el resto, puede sentirse más como un déjà vu con mucho brillo y poco filo.

Texto: Etto Santana

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