Riverdale, la serie que reinventa a Archie como un crack fuera de serie
Guerra Mundial. La sociedad necesitaba héroes de cómic pero también historias más mundanas y alegres como las de Archie, que representaba el ideal de joven del país, y que entretenía los jóvenes con historias muy inocentes. Bueno, ahora, 76 años después, el mismo Archie regresa para tomar su lugar entre las nuevas generaciones.
Riverdale toma a los míticos Archie, Betty, Veronica, Carlos y Torombolo (Jughead en inglés) y los traslada a un universo más realista pero también más oscuro, mostrándonos una ciudad que vive uno de sus momentos más duros tras la misteriosa muerte del chico de oro del instituto, Jason Bloom. El tórrido verano ha llegado a su fin y, con él, comienza un nuevo curso repleto de aventuras, oportunidades, nuevas amistades, viejos enfrentamientos y, sobre todo, un misterio que flota sobre las cabezas de todos.
El primer episodio nos muestra con energía y una increíble solvencia la primera razón para ver la serie: sus personajes, interpretados por uno de los mejores castings jóvenes de los últimos años, con un talento a la altura de su insultante atractivo físico.
Es cierto que el argumento no es exactamente novedoso. Archie vive un triángulo amoroso con Betty y Veronica, su mejor amiga de toda la vida y la nueva estudiante del instituto de Riverdale respectivamente.
Pero Riverdale, que está producida por Greg Berlanti (The Flash) y adaptada por Roberto Aguirre-Sacasa (Carrie), y que se emite por The CW, da unas cuantas razones para pensar que estamos ante una adicción adolescente perfecta para aquellos espectadores que no renuncian al espíritu de series como Pretty Little Liars o Gossip Girls.
Riverdale, que algunos críticos estadounidenses están llamando Teen Peaks, pretende crear una atmósfera particular. El personaje más bondadoso puede que sienta impulsos autodestructivos, cualquier vecino puede ser el asesino de Jason Bloom y la figura maternal puede retratarse de forma más diabólica que nociva (la mamá de Betty) y por si fuera poco, la atmosfera de la serie tiene algo de sobrenatural.
Si en los cómics Betty Cooper era una chica menos femenina y que te arreglaba el coche en un santiamén, en este pueblo un poquito turbio es una chica más insegura y con algunos traumas psicológicos que la convierten en carne de psicólogo. Archie, interpretado por K.J. Apa no es exactamente rebelde, siente pasión por la música, es respetuoso con sus compañeros y encima se le da bien el fútbol americano.. y las chicas. Mientras que Veronica, interpretada por Camila Mendes, es una especie de femme fatale de la era de Snapchat.
Como bonus, Luke Perry, el Dylan de Beverly Hills 90210 la hace del papá de Archie, confirmando así que Riverdale estará repleta de guiños al pasado, (¿mencionamos que a Torombolo lo interpreta Cole Sprouse, el hijo de Ross en Friends?) como pudimos comprobar en los primeros episodios las referencias a Mad Men, Twin Peaks, Truman Capote, entre otras.
