El fútbol es lo de menos

Un 21 de julio del 2019, Dios tomó una decisión muy difícil de asimilar de las que en su momento uno no entiende la razón y decidió adelantar tu camino en este mundo, aun sigo preguntando por que te tuviste que ir tan rápido de esta vida pero respeto la decisiones que toma nuestro señor, solo me queda extrañarte y valorar todo lo que con tu partida nos has dejado por que, sin duda, tu partida me ayudo a mí y a muchas personas a valorar lo más importante: la vida, la salud y por supuesto la amistad.

La amistad sincera y honesta vale más que cualquier cosa y sin duda, tu tenías muchas personas que te veían como un verdadero amigo porque te lo ganaste por tu excelente calidad de persona que eras en todos los aspectos. Sabias escuchar cuando alguien te necesitaba, te gustaba ayudar moralmente a los demás aunque no te lo pidieran, disfrutabas cocinarnos en la parrilla, eras una persona que tenía esa habilidad de generar lazos y además, tenías el corazón más noble que un amigo puede pedir en una amistad.

Hoy hice algo que los que en realidad me conocen saben nunca haría, pero, así como nunca me imaginé que esa cita que teníamos no se llevará a cabo, decidí hacerlo y lo haré cada aniversario de tu partida junto a tus amigos y en especial con tu compadre/hermano Adrian Aguilar.

Por qué irle a un equipo es lo que menos importa cuando se trata de una verdadera amistad. hoy Adrian y yo, Rayados de Corazón. vestimos con orgullo tu camisa. la de tu equipo. la que tantas veces defendiste y sabes algo; cambiamos campeonatos, goles, festejos, clásicos ganados, todo, lo cambiamos con tal de que estuvieras con nosotros.

La vida, la amistad, es más importante que cualquier campeonato o clásico ganado, hoy si Dios me permitiera tenerte de nuevo con nosotros, sin duda, cambiaría todo eso y lo cambiaría por cumplir esa cita pendiente que tuvimos y platicar con cerveza en mano de nuestras vidas.

Gracias por tu amistad y por todo lo que has logrado aun así cuando no estás con nosotros.

Siempre te recordaremos Erick Loera.

Te puede interesar: Fútbol, rivalidad y amistad

Texto: Nicho Treviño

Comentarios

comentarios