Michael Jordan

Así es el documental sobre Michael Jordan

Hablar de Michael Jordan es hablar de uno de los atletas más dominantes de todos los tiempos. El ganador de 6 anillos de la NBA es el personaje principal del nuevo documental que todo aficionado a los deportes debe de ver.

The Last Dance estaba programada para estrenarse hasta mediados de año; sin embargo ante la pandemia de coronavirus la situación llevó a que se adelantaran los capítulos, los cuales se transmiten en Estados Unidos los domingos a las 8:00 pm CET por ESPN, mientras que para el resto del mundo están disponibles a través de Netflix todos los lunes hasta el 18 de mayo, cuando se transmitirá el último episodio, son 10 en total.

El documental comienza con un pequeño recorrido por la biografía del considerado mejor jugador de todos los tiempos, su paso por North Carolina y su llegada a los Chicago Bulls, uno de los peores equipos de la NBA en esos momentos. Una franquicia que navegaba a la deriva y en la que el ambiente no era el mejor para un novato.

A su llegada al equipo, Jordan comentó que, «Los veteranos hacían cosas que yo no veía, como una vez en pretemporada. Creo que era en Peoria, Illinois. Yo estaba en el hotel intentando encontrar a mis compañeros y empecé a llamar a todas las puertas y llegué a una donde había ruido. Pude escuchar a alguien diciendo ‘shhhh, hay alguien ahí fuera’. Entonces escuché una voz que preguntaba: «¿Quién es?». Yo respondí: «MJ». Y dijeron: «Joder, es sólo el novato.». Entonces abrieron la puerta y prácticamente todo el equipo estaba ahí, haciendo cosas que yo nunca había visto en mi vida. Tenías rayas de cocaína por todos lados, pipas de marihuana, mujeres… Era un circo«.

TV Review The Last Dance: Michael Jordan

Desde el primer momento en los Bulls, Jordan quiso dejar clara su postura a sus compañeros: «Me voy. Si alguien aparecía en esa habitación en ese momento yo sería igual de culpable que el resto de personas en esa habitación. Aparecían artículos que decían que los Bulls eran un circo de cocaína. A partir de entonces estaba solo«.

El documental, durante cuya producción el director Jason Hehir realizó 106 entrevistas, traza un recorrido lineal por la temporada 1997/1998, al tiempo que repasa la historia y trayectoria de Jordan desde su infancia, pasando por sus años en la Universidad de Carolina del Norte, hasta su llegada a la franquicia de la «ciudad del viento» y su último campeonato con los Toros de Chicago.

The Last Dance promete un material espectacular, inédito en muchos casos, e interesantes declaraciones de los integrantes de un plantel que convivió toda esa temporada con la creciente tensión entre Jerry Krause, gerente general del club, y Phil Jackson, entrenador del equipo, que contaba con el respaldo de Michael Jordan.

Además, se ahonda en la desconfianza de Scottie Pippen hacia la directiva tras años de estar pagado muy por debajo de lo que merecía y la locura de Dennis Rodman, cada vez más insostenible e incontrolable: “¡Me sorprendió el simple hecho de que preguntaran si querría unirme a ellos!”, indicó el ex de los “Bad Boys”, el quinteto de los Detroit Pistons que fueron verdugos de los Bulls durante años.

La serie muestra la intimidad del equipo y deja al descubierto el lado más competitivo de MJ, algo que le generó cierta preocupación a la leyenda de la NBA. «Cuando la gente vea los videos de esa época, va a pensar que soy una persona horrible«, le confesó el ex alero a Hehir, durante la primera de las tres entrevistas que tuvo durante la producción, en septiembre de 2017.

Además, en el documental se pueden ver aspectos más polémicos como las peleas de MJ con sus compañeros Will Perdue y Steve Kerr, su problema con las apuestas y la frase que desató la polémica y su involucramiento en la política a principios de los 90s: «Los republicanos también compran zapatillas».

Desde entonces se acusa a Jordan de no involucrarse públicamente en aspectos sociales para no perder dinero en la venta de zapatillas y ropa, poniendo como ejemplo la lucha que siempre mantuvo Muhammad Ali en contra de las desigualdades hacia la raza negra. «Alabo a Ali por apoyar esas causas, pero yo nunca me ví a mí mismo como un activista. Me veía como un jugador de baloncesto, no como político. Yo practicaba mi deporte, y ya está. ¿Era egoísta? Puede, pero en eso centraba todo mi esfuerzo«, reconoce Jordan, al que Obama también critica, levemente: «Me hubiera gustado ver a Michael más comprometido, pero ¿cómo manejar esa imagen?«.

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Para el director, el documental es la herramienta perfecta para hacerle entender a los fanáticos que la forma de ser tan intensa, llevó a Su Majestad ganar seis títulos y lo transformó en un verdadero ícono del deporte mundial.

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