LA PLUMA DE JAIME GARZA

Diego Armando Maradona fue más que un simple jugador de fútbol. Su influencia fue tal, que incluso cuesta hablar de él en pasado. 

Sientes que le estás faltando al respeto a la historia. Como si tuvieras que pedir perdón luego de insinuar siquiera que Maradona ya no forma más parte de éste plano, pero lo cierto es que en efecto: el Diego no fue eterno como muchos lo pensamos.

Partió de éste mundo el 25 de noviembre del fatídico 2020, y hasta hace apenas unos cuantos días, descubrimos que si bien las causas de su muerte fueron aparentemente naturales, previo a ello no se le dieron los cuidados que correspondían, no digo al ídolo más grande en la historia del fútbol ni a uno de los iconos más emblemáticos en toda la Argentina, sino a una persona enferma.

Maradona nunca fue alguien normal. Cuando chico cargó con la misión de sacar de la pobreza a su familia, y de chico también le tocó la cosa esa de ser el mejor del mundo. 

Aprovechó la diosidad para llevarle sonrisas a quienes nunca sonreían; dejar en el mismo vagón a reyes y esclavos… patrones y empleados. Vengó también la muerte de soldados injustamente caídos en la guerra de las Malvinas y básicamente les dio algo para presumir a todos loa argentinos.

Las 10 mejores canciones en honor a Maradona

Por eso duele tanto que en sus últimos días lo hayan visto solo como una inversión a corto plazo. Que quiénes supuestamente cuidarían de su salud, no hayan sido más que estafadores de cuello blanco. 

A Maradona lo mataron lentamente. Estaban tan preocupados en que ni Dalma ni Gianinna les descubrieran el negocio, que se olvidaron de atender como corresponde al hombre que, muy probablemente, les robó su primera sonrisa cuando eran niños. 

La condena será social, dicen en la Argentina…

También te puede interesar:

Texto: Jaime Garza 
Follow @JaimeGarza94

Comentarios

comentarios