El fichaje de Cristiano Ronaldo por el Al Nassr de Arabia Saudita ha traído más de un comentario y critica. Que si es el fin de su carrera, que si es por dinero, que si es un retiro anticipado bañado en oro, que si se va a una liga débil en lo deportivo. Lo único cierto es que CR7 ganará 400 millones de euros durante los próximos dos años.
Lo cierto es que CR7 llega a un país en donde las libertades de expresión y de congregación están reprimidas.
La investigadora de Amnistía Internacional (AI) en Oriente Medio, Dana Ahmed, apuntó en un comunicado que “la contratación de Cristiano Ronaldo por parte de Al Nassr encaja en un patrón más amplio de lavado deportivo en Arabia Saudí” y remarcó que “es muy probable que las autoridades saudíes promuevan la presencia de Ronaldo en el país como una forma de distraer la atención del terrible historial de derechos humanos”.
Por esta razón, Ahmed insistió en que “Ronaldo debería usar su considerable plataforma pública para llamar la atención sobre los problemas de derechos humanos en el país”, en lugar de “ofrecer elogios acríticos a Arabia Saudí”.
Desde la ONG, recalcaron que “Arabia Saudí ejecuta regularmente a personas por delitos que incluyen asesinato, violación y tráfico de drogas” y señalaron que “en un solo día del año pasado, 81 personas fueron ejecutadas, muchas de las cuales fueron juzgadas en juicios manifiestamente injustos”.
Además, AI criticó que “las autoridades siguen reprimiendo la libertad de expresión y asociación, imponiendo penas de prisión a defensores de los derechos humanos, activistas por los derechos de las mujeres y otros activistas políticos”.
Por su parte, a CR7 poco le importa esta situación.
“Me siento muy bien y orgulloso de esta decisión en mi vida (…) No me preocupa lo que dice la gente. Me siento muy feliz de estar aquí”, dijo Cristiano durante su presentación.
Además, Al Nassr comenzó a sacar réditos por haber fichado a Cristiano Ronaldo, uno de los mejores jugadores de fútbol durante las dos últimas décadas. Desde que el portugués fue oficializado como refuerzo, el club árabe ha aumentado en más del 700 % sus seguidores en Instagram.
El Al Nassr es un club en manos de un jeque poderoso. Se trata de Mohammad bin Salman bin Abdulaziz Al Saud, un jeque que, pese a su corta edad —37 años, los mismos que la estrella portuguesa—, tiene más dinero del que algunos se imaginan.
Su fortuna, de acuerdo con lo que especula la prensa europea, asciende los 320,000 millones de euros. Mohammed bin Salman además es el primer ministro y príncipe heredero de Arabia Saudita, país que con incorporaciones como la del jugador lusitano quiere llamar la atención para acoger la Copa Mundo 2030.
El dueño de Al Nassr es el mismo que en 2021 dio de qué hablar por la compra de uno de los equipos ingleses con más historia, el Newcastle.
