De alguna manera, sin mucha fanfarria, nos hemos adentrado en la era digital, un mundo donde casi todo está al alcance de la mano. ¿Le apetece una pizza de cuatro quesos en menos de media hora? ¿O quizás le apetece sumergirse en los últimos descubrimientos astronómicos? En cualquier caso, solo necesita unos toques en un dispositivo tan pequeño que cabe en el bolsillo de sus vaqueros.
Aprovechando este auge tecnológico, las casas de apuestas de todo el mundo se han lanzado de cabeza a la innovación móvil. En México, casi todos los operadores ahora cuentan con una app de apuestas para Android, iOS o ambas plataformas. Estas apps han hecho que sea increíblemente fácil apostar desde el sofá, en el autobús o mientras le grita al televisor durante un partido en directo.
Aun así, que las apuestas se hayan vuelto más accesibles no significa que deban ser una actividad las 24 horas. La comodidad es innegable, sí, pero no debería convertirse en un comportamiento compulsivo. Por eso, este artículo analiza cuánto tiempo se puede dedicar de forma realista a las aplicaciones de juego sin jugar demasiado ni olvidar que la sociedad sigue esperando que nos presentemos y funcionemos.
Establecimiento de un enfoque responsable en las apuestas
En el mundo de las apuestas y el juego, existen numerosas regulaciones para proteger a los apostadores. En México, la Secretaría de Gobernación (SEGOB) es la autoridad responsable de establecer y hacer cumplir estas normas. Tanto esta institución como los propios operadores alientan a los usuarios a establecer límites personales de depósitos, número de apuestas realizadas y tiempo activo de uso en las plataformas de apuestas móviles.
Sin embargo, no existe un punto de referencia fijo que indique si el tiempo dedicado a una aplicación de apuestas se encuentra dentro de los límites recomendados. Determinar lo que constituye una cantidad de participación “saludable” queda, por tanto, a discreción de cada apostador.
La autoevaluación es la herramienta clave aquí. Los expertos aconsejan llevar un registro del tiempo dedicado a la aplicación y compararlo con el destinado a otras actividades sociales o recreativas. Igualmente, importante es reconocer los momentos en que el uso de la app pudo haber interferido con el trabajo, las relaciones personales o la estabilidad financiera. Finalmente, un indicador sólido de uso responsable es la capacidad de tomar descansos regulares y prolongados para evitar desarrollar una dependencia.
Cómo verificar cuánto tiempo dedica a las aplicaciones de apuestas
La gran mayoría de los dispositivos móviles modernos permite verificar cuánto tiempo dedica a cualquier aplicación. A menudo, esta información se puede encontrar en la configuración del teléfono, y algunos modelos pueden contar con un software adicional que muestre estos datos.
Si el dispositivo no permite acceder a dicha información, las indicaciones de consumo de batería del teléfono pueden servir como indicador aproximado. Cabe señalar, sin embargo, que las aplicaciones pueden consumir más energía según sus características y eficiencia, por lo que este indicador podría no ser preciso.
Además, algunas aplicaciones pueden proporcionar directamente datos sobre la duración de uso, el número de apuestas o la frecuencia de las mismas. Esta información valiosa sustenta el desarrollo de un sistema saludable de uso de la aplicación.
Creación de normas responsables para el uso de aplicaciones de apuestas
La clave para un enfoque responsable en el uso de estas aplicaciones radica en el equilibrio y la moderación. El tiempo dedicado a la app nunca debe interferir con la vida diaria.
Es fundamental monitorear el tiempo de uso y establecer límites personales. Para ello, puede usar programas de terceros, que a menudo son gratuitos, para restringir el acceso a aplicaciones específicas por un tiempo determinado.
Además, todas las apps de apuestas que operan legalmente incluyen opciones de autoexclusión, que impiden realizar apuestas durante un plazo especificado. La autoexclusión puede iniciarse a partir de siete días y extenderse según sea necesario. Algunas otras herramientas para fomentar el juego responsable incluyen la capacidad de establecer límites en el número de apuestas permitidas o restringir el saldo disponible para apostar dentro de un período de tiempo específico.
Al final, la diferencia entre un uso responsable y uno problemático está en mantener una rutina saludable y no dejarse llevar por impulsos. Si se puede decir “no” al deseo de usar demasiado la app de apuestas y verla solo como un entretenimiento secundario a la pasión por el deporte, no hay motivo de preocupación.