La Superliga China es la nueva amenaza del fútbol

La Superliga China es la nueva amenaza del fútbol

El reciente fichaje por 61 millones de euros del brasileño Oscar, que cobrará unos 470.000 euros en el Shanghai SIPG, rompió el récord del fútbol chino. Este traspaso, desde el Chelsea al Shanghai SIPG, se ubica entre los fichajes más caros de la historia del fútbol mundial. Ya lo había dicho Arsene Wegner anteriormente, que el fútbol chino, con sus billetazos, será el nuevo problema y la gran competencia para las ligas europeas.

Y es que, pagar 61 millones de euros por Oscar es una tontería, no los vale, aquí lo que busca China es seguir llamando la atención, para, a base de billetazos, posicionarse dentro de la esfera futbolística. Veamos los diez fichajes más caros en el fútbol chino:

  1. Oscar, desde el Chelsea al Shanghai SIPG por 61 millones de euros en 2016.
  2. Hulk, desde el Zenit al Shanghai SIPG por 55 millones de euros en 2016.
  3. Alex Teixeira, desde el Shakhtar Donetsk al Jiangsu Suning por 50 millones de euros en 2016.
  4. Jackson Martínez, desde el Atlético de Madrid al Guangzhou Evergrande por 42 millones de euros en 2016.
  5. Ramires, desde el Chelsea al Jiangsu Suning por 28 millones de euros en 2016.
  6. Elkeson, desde el Guangzhou Evergrande Shanghai SIPG por 18,5 millones de euros en 2016.
  7. Gervinho, desde la Roma al Hebei China Fortune por 18 millones de euros en 2016.
  8. Paulinho, desde el Tottenham al Guangzhou Evergrande por 14 millones de euros en 2015.
  9. Fredy Guarín, desde el Inter de Milán al Shanghai Shenhua por 13 millones de euros en 2016.
  10. Demba Ba, desde el Besiktas al Shanghai Shenhua por 13 millones de euros en 2015.

De todos estos jugadores, ninguno vale lo que se pagó por ellos. Y en China, ya los economistas han empezado a criticar este tipo de transacciones diciendo que “comprar a precios súper inflados es señal de una economía con el poder de una burbuja”, es decir, en cualquier momento va a estallar.

El fútbol como política de estado

¿Cómo se solventa este negocio millonario? El jefe de Estado Xi Jinping es el primer interesado en ver crecer la industria del fútbol y elevar el nivel de juego. Por primera vez, la televisión va a pagarles a los equipos para retransmitir el torneo. Una cadena desembolsará US$ 1600 millones por los próximos cinco años. Algunas empresas invierten en clubes que tenían control estatal. Ma yun, dueña de la firma de comercio electrónico Alibaba, entró con 192 millones de dólares para tener un 50 por ciento de participación en Guangzhou Evergrande. Suning, que apoya a Jiangsu, es un emporio minorista con ingresos anuales por 16.000 millones de dólares. Los capitales chinos también cruzaron las fronteras para invertir en el Atlético de Madrid, Manchester City, Espanyol, Slavia Praga y la Liga de Portugal, destinos con los que también aspira a un intercambio deportivo.

Está claro que Beijing desea convertir a China en una potencia futbolística y para eso proyectó la construcción de más de 20 mil escuelas de fútbol para elevar su posición internacional. 

El atractivo para los pateabalones

Sí, en el fútbol chino, el aparador es casi inexistente, pero también puedes ganar 5 veces más de lo que podrías ganar en clubes como el Chelsea o el Liverpool. El claro ejemplo es Alex Texeira, el brasileño que con 26 años ha optado por aterrizar en el Jiangsu Sunning en vez de los equipos ingleses. También está el caso de Lavezzi, que dejó una ciudad hermosa para vivir como París y un sueldo multimillonario y jugando en Champions League con el PSG.

El último caso, a punto de hacerse oficial, es la partida de Carlos Tevez, quien dijo que nunca dejaría (de nuevo) a Boca Juniors para irse a China por la nada despreciable cantidad de 722,370 euros ¡semanales! Como anécdota, Cristiano Ronaldo y Lio Messi ganan 428,744 euros a la semana.

Así hasta yo vendo mi alma a China.

El campeonato chino está dominado en los últimos años por el Guangzhou Evergrande de Luiz Felipe Scolari, que ha ganado los seis últimos títulos pese al esfuerzo económico que han emprendido sus grandes rivales.

Texto: Víctor Moreno

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