Mitos del Deporte: Pep Guardiola

Pep Guardiola, el Noi de Santpedor debutó con el FC Barcelona un 16 de diciembre de 1990 en el Camp Nou bajo el mando de Johan Cryuff, y de ahí, paso a ser una de las figuras más influyentes del futbol mundial.

Como pieza clave del llamado Dream Team del FC Barcelona, Guardiola no tenía las cualidades habituales de la época. No era rápido. Tampoco tenía fuerza, mucho menos regate o gol. Jamás había destacado por ello en la Masia. Poco le importaba eso a Cruyff, ya que gozaba del atributo que más entusiasmaba al genio holandés: la agilidad mental. La clarividencia para proyectar jugadas futuras y la comprensión del juego rápidamente permitieron a Guardiola ganarse un puesto en la plantilla blaugrana y convertirse en uno de los estandartes de la era triunfal del Dream Team.

Debutó en el Barça con 19 años y cuando acabó su etapa, en 2001, Guardiola había definido la posición de medio centro en el Barça y en el fútbol español. Ser el próximo Guardiola se convirtió en el primer objetivo de los aspirantes a su sucesión. Su influencia enriqueció la manera de interpretar el juego en España. Igual de importante fue su ascendencia en el Barça. Representaba el ideal de cualquier hincha, un crío de la cantera que asciende todos los peldaños hasta coronarse como capitán y figura del equipo.

Siempre ha vivido el fútbol de una manera muy pasional. Lo hacía desde pequeño. El talento de ese niño introvertido fuera del campo pero que se transformaba dentro de él no pasó inadvertido. Oriol Tort, ojeador del Barça, fue su gran descubridor y en 1984 se lo llevó de Santpedor a la capital catalana para vivir en la Masia.

Allí encontró la atmósfera ideal para forjarse como jugador. La presencia de Cruyff junto a Rexach en el primer equipo blaugrana cuando él se encontraba en la fase final de su formación lo facilitó todo. Fue clave en el devenir de su carrera. Sus primeros años como profesional fueron los mejores a nivel de resultados y de juego. Tras la marcha de Cruyff, le costó mucho más congeniar con otros entrenadores como Robson o Van Gaal, aunque Guardiola siguió aprendiendo, también de ellos. Con la etapa decadente del Barça de Joan Gaspart llegó el momento de decir adiós al club y embarcarse en busca de nuevas aventuras en el extranjero.

En Italia, Pep Guardiola pasó por la Roma de Capello pero brilló con Roberto Baggio en el Brescia, aunque las acusaciones de dopaje, de las cuales quedó finalmente absuelto seis años después, supusieron un duro golpe en su vida. Pasó dos años en Qatar y antes de colgar las botas jugó en México con los Dorados de Sinaloa, el mismo club que dirigió Diego Maradona.

Muchos de sus excompañeros ya veían en el Pep Guardiola futbolista un nexo entre el banquillo y la grada. Parecía, pues, predestinado a ser un entrenador de éxito, y hoy en día, puede presumir de seguir siendo uno de los técnicos más influyentes en el fútbol contemporáneo con la virtud de haber sabido modernizar y adaptar la tesis cruyffista en sus equipos.

De su legado como entrenador del Barça, poco hay que decir. Lo elevó a la categoría de los equipos legendarios por su forma de jugar y por lograr 14 títulos. No se juega ahora igual que antes de aquel Barça. Luego, de 2013 a 2016 al frente del Bayern Munich logró siete títulos más. Desde 2016 a la actualidad, ya en Inglaterra, ganó otros ocho trofeos.

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