Ha pasado más de una década de frustraciones para los aficionados de los Raiders de Oakland. Su última aparición en el Super Bowl fue en el 2002 ante Tampa Bay dirigidos por el ex-Raider Jon Gruden apodado el Chucky quien un año antes había abandonado la organización y que al parecer dejo una maldición sobre los de negro y plata ya que desde entonces no han tenido una sola temporada con record ganador y que además han tenido un carrusel de 9 coaches y 18 quarterbacks.
Este añopor fin los Raiders comienzan a despuntar. Bajo el mando del Coach Jack Del Rio quien comienza a poner orden y a fijar una mejor estrategia y con Derek Carr, que va ya en su tercer año como mariscal de campo, después de conseguir un llamado al Pro Bowl (2015), y con unas más que respetables estadísticas en donde se incluyen 53 TD y solo 25 INT, los “malosos” lucen como los dominantes en la división Oeste de la AFC.
“Elegante, resistente y preciso; eso es lo que tenemos en Carr. Tenemos la confianza de que Derek puede conducirnos porque está preparado para tomar decisiones”, indicó Del Rio
Añadan a esto, la excelente mancuerna con el receptor Amari Cooper que tras su campaña debut cumplió con todas las expectativas.
En la defensa destaca el linebacker Khalil Mack, quién fue nombrado por la NFL como el jugador #13 de la campaña pasada, el Ala Defensiva Aldon Smith quien ya fue de gran impacto la temporada pasada.
Con unos Broncos de Denver debilitados a la ofensiva, sin un mariscal de campo de categoría, los Raiders parece que entran en el año en el que deben de cosechar los frutos de una muy buena planeación en el armado del equipo por parte de su staff.
Sin embargo, no esperemos que esta temporada los Raiders lleguen a ganar el Super Bowl, contrario a lo que Charles Woodson, su legendario safety pronostico hace poco en un programa en ESPN, pero al menos parecen ser un equipo más competitivo y no tan fácil de vencer.
Esperemos que este año los de negro y plata den de que hablar y por fin vuelvan a competir en una postemporada haciendo honor a su historia, y sobre todo a esa gran frase que inmortalizara su ex dueño Al Davis; “JUST WIN BABY”.