El último día de un festival puede generar una mezcla de sentimientos en las personas. Por un lado, puede haber una sensación de satisfacción y alegría por haber disfrutado de días llenos de música, diversión y nuevas experiencias. También puede haber una sensación de tristeza y nostalgia al darse cuenta de que todo llega a su fin y que habrá que esperar hasta el próximo año para volver a vivir esta misma intensidad.
Y justamente nostalgia fue el sentimiento en común durante todo el día con los artistas que se presentaron para cerrar el Corona Capital 2023.
Está claro que The Cure es una banda legendaria que ha sabido mantenerse vigente a lo largo de los años. Su show en vivo es una experiencia única, maratónica e inolvidable para cualquier amante de la música.
La banda liderada por Robert Smith demostró por qué son considerados una de las mejores agrupaciones de rock alternativo de todos los tiempos. Su energía en el escenario es contagiosa y su música te envuelve desde el primer acorde.
El repertorio de The Cure fue una combinación perfecta de sus grandes éxitos y alguno que otro corte para conocedores de la banda. Desde ‘Lovesong’ hasta ‘Friday I’m in Love’, cada canción es interpretada con maestría y pasión, haciendo que el público se entregue por completo.
La conexión entre los miembros de la banda es evidente en el escenario, y esto se transmite directamente a la audiencia. Cada uno de los integrantes demuestra su talento en cada nota, generando una atmósfera mágica y emotiva.
El aspecto visual del show también es impresionante. Las luces y la puesta en escena complementan a la perfección la música de The Cure, creando un ambiente único y sumergiendo al espectador en un viaje musical.
Los fanáticos no solo cantaron junto con la banda por más de 2 horas, sino que también se entregaron al espectáculo de una manera extraordinaria. Es imposible no contagiarse de la alegría y la pasión que se vive en un concierto de la banda.
Un poco antes, The Chemical Brothers estaban apantallando a la gente con su espectacular show en vivo.
La combinación de música enérgica y ritmos estimulantes fue una delicia para los oídos. La increíble habilidad del icónico dúo para mezclar y fusionar diferentes géneros musicales es realmente admirable. Desde ritmos alucinantes hasta melodías hipnóticas, cada canción llevaba a la audiencia a un viaje musical único.
Pero el espectáculo no solo se trataba de la música. Los visuales y las proyecciones en pantalla eran simplemente espectaculares. Las imágenes psicodélicas y los efectos visuales sincronizados con la música hacían que todo se sintiera aún más intenso y emocionante. Era como si estuvieras inmerso en una experiencia audiovisual única.
En resumen, el show en vivo de The Chemical Brothers es una experiencia que todo amante de la música electrónica debería vivir al menos una vez en su vida.
Lo mejor de la actividad vespertina
Aunque solamente contaba con 1 hora, Noel Gallagher conquistó el escenario principal del Corona Capital con su repertorio de hits.
Como era de esperarse, dentro del setlist hubo éxitos de Oasis y de su carrera en solitario. Canciones como ‘Don’t Look Back in Anger’, ‘Live Forever’ y ‘Little by Little’ fueron recibidas con entusiasmo por el público, que no paraba de cantar y aplaudir.
La voz de Noel, potente y llena de emoción, resonaba en todo el lugar, transmitiendo la pasión y la energía de sus canciones.
Antes, tuvimos chance de ver a The Lumineers, quiénes convocaron una gran masa de personas en el escenario Vans.
El concierto comenzó con una energía abrumadora cuando la banda salió al escenario con su icónica canción ‘Ho Hey’, lo que inmediatamente hizo que el público estallara en aplausos y gritos de emoción.
A lo largo de la actuación, cada canción fue interpretada con una intensidad y pasión indudables, y el vocalista Wesley Schultz transmitió cada letra con tanto sentimiento que era imposible no quedar completamente absorbido en la música.
Una de las cosas que más me impresionó durante el concierto fue la interacción de la banda con el público. En cada oportunidad que tenían, los miembros de The Lumineers se dirigían a la multitud, hablaban de sus experiencias y compartían algunas historias personales detrás de sus canciones. Esto no solo creó una conexión íntima entre la banda y sus fans, sino que también hizo que la experiencia fuera mucho más personal y memorable.
Además, la incorporación de instrumentos como el acordeón, el violín y el piano, junto con el estilo distintivo de la banda, creó una atmósfera única y nostálgica que envolvía todo el lugar.
En resumen, después de 3 días de festival, pudimos confirmar que el Corona Capital sigue siendo el festival más importante de música internacional en América Latina.
