Valor Sentimental no es la típica película que ves para “pasar el rato”. Es de esas que se te quedan dando vueltas en la cabeza cuando salen los créditos, que incomodan un poco y que, justo por eso, valen la pena. Dirigida por Joachim Trier, el mismo de La Peor Persona del Mundo, esta cinta se aleja de las narrativas convencionales para proponer una experiencia emocional profunda, fragmentada y muy honesta, especialmente atractiva para quienes tienen entre 18 y 35 años y buscan algo más que entretenimiento inmediato.

La historia gira alrededor de Gustav, un director de cine aclamado, y su relación rota con sus dos hijas, Nora y Agnes. Todo se complica cuando él decide hacer una película inspirada en su propia historia familiar, reabriendo heridas que nunca terminaron de sanar. Aquí, el cine y la vida se mezclan hasta volverse casi indistinguibles, y el espectador queda atrapado en esa frontera incómoda entre la ficción y la realidad.

Uno de los grandes aciertos de Valor Sentimental es que la casa familiar no es solo un escenario, sino un personaje más. Es el eje emocional donde todo ocurre: silencios, reproches, recuerdos y pequeñas reconciliaciones. La dirección de arte, especialmente en las escenas teatrales de la protagonista, refuerza esta sensación de intimidad y encierro. La actuación contenida de Renate Reinsve, sobre todo cuando comparte escena con el padre, evoluciona de la distancia al desgarro emocional de manera sutil pero poderosa.

Narrativamente, la película puede parecer desordenada. Está construida a partir de fragmentos, con cortes a negro bruscos que rompen cualquier idea de continuidad clásica y esto hacer que te preguntes el por que de ellos. Pero lejos de ser un defecto, estos cortes imponen su propio ritmo y permite que el tono cambie constantemente: del drama al humor incómodo, de la nostalgia al enojo. Es una película que exige atención y que difícilmente se comprende del todo en un primer visionado.

Las emociones se cruzan todo el tiempo. Gustav busca recuperar la confianza de Nora, a quien ha dedicado su obra más importante. Nora, por su parte, no puede volver a creer en alguien que eligió su arte antes que su familia. Agnes intenta romper el ciclo de toxicidad heredado, siendo el único puente emocional real con su padre. Son tres personas exitosas, pero profundamente incapaces de entenderse y de entender la vida.

Estrenada en la competencia oficial del Festival de Cannes 2025 y nominada a la Palma de Oro, Valor Sentimental se perfila como una fuerte candidata rumbo a los Premios Oscar 2026 representando a Noruega. Con un elenco encabezado por Renate Reinsve, Inga Ibsdotter Lilleaas y Stellan Skarsgård, y una duración de 2 horas con 13 minutos, la película llega a México el 25 de diciembre, distribuida por Cinépolis +QUE CINE.

No es una película fácil ni cómoda, pero sí necesaria. Valor Sentimental demuestra que el cine también puede ser un espacio para confrontar heridas, buscar perdón y reírse un poco del caos emocional que implica amar a la familia. Vale la pena verla, incluso, o especialmente, si no se parece a lo que normalmente consumes.

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