Pocas historias como la que protagonizan el Club de Fútbol Monterrey y sus aficionados.

Deportivamente hablando, Rayados está bien situado desde hace tiempo. 

Casi siempre clasifican a la Liguilla, y una vez dentro, son eternos candidatos al título.

Por sus filas han pasado jugadores como Guillermo Franco o Walter Erviti; Jesús Arellano y Humberto Suazo.

Ganaron tres títulos de Liga en la primera década del segundo milenio; cuatro CONCAS y otra Liga del 2011 al 2021.

El suyo es uno de los estadios más bonitos y modernos del continente; cuentan con elementos (tanto jugadores como entrenador) de reflector internacional y casi siempre son escuchados por su directiva, algo no muy común en la actualidad.

Sin embargo, no hay buena decisión que no le preceda a otra mala, y eso tiene cansados a sus aficionados.

Se volvieron amos absolutos de la plaza, pero Tigres tardó muy poco en voltearles la tortilla.

Intentan, pero no les sale. Compran caro y sin idea; hay nula capacidad de negociación.

Rompen el mercado con jugadores como Maxi Meza, pero la cifra de escándalo distorsiona muchas cosas y para colmo el jugador tarda en adaptarse.

Se sacaron rápido la espina del 10 de diciembre, pero el festejo duró poco, porque Tigres salió campeón semanas más tarde, eliminándolos en semifinales.

Barovero les dio la estrella que más brilla; no lo retuvieron y trajeron de vuelta al arquero que mal cuidó su portería en la noche más triste de sus vidas.

Vangioni fue pieza clave en el título de Liga frente al América, e igual acabó por irse.

En cambio a Avilés Hurtado, que se olvidó de jugar al fútbol después de aquél penal errado contra Tigres, lo mantuvieron dentro de la institución.

Firmaron a uno de los mejores entrenadores mexicanos de la historia, sí, pero no tomaron en cuenta que su ADN es en todo diferente a las pretensiones y el perfil del hincha rayado.

Javier hizo capitán a Hugo González… y ya sabemos lo que siente la afición por ese arquero.

Muy probablemente se les va a ir Stefan Medina, y el problema no es que se vaya (el hombre está en todo su derecho de cumplir con su sueño de jugar en Europa). El tema es que se irá a cambio de muy poco o de nada, porque los dirigentes no lo negociaron a tiempo.

La directiva rayada da un paso bueno y veinte para atrás.

Los dueños deben cuidar bien esos aspectos, que en una plaza como Nuevo León, el fútbol es muy buen negocio, sí. Siempre y cuando se maneje de forma correcta. Y en esas oficinas parecen no entenderle muy bien a los asuntos del balón.

Cuando todo está dicho, decir más, está de más.

También te puede interesar:

Texto: Jaime Garza 
Follow @JaimeGarza94

LA PLUMA DE JAIME GARZA

Comentarios

comentarios