Game Over: Gears of War 4
La cuarta entrega de Gears of War
(Gears of War 4) está de regreso con una nueva generación de personajes.
Gears of War es una saga de videojuegos de disparos en la que es posible estallar cabezas desde varios metros de distancia y tras una cobertura o acercarse lo suficiente a los enemigos para empalarlos con una sierra mecánica convenientemente pegada al rifle de asalto de los protagonistas.
Han pasado muchos años desde el conflicto que se cerró en la anterior trilogía y nuevos personajes tienen que acabar con una nueva amenaza peligrosamente familiar.
La sangre y la acción ayudan a llevar mejor una historia pobre llena de esas conversaciones más propias de una película de Arnold Schwarzenegger que de un videojuego que intenta que nos encariñemos con los tres nuevos rostros que deben aguantar el peso de la saga durante al menos dos juegos más. Pero eso es lo que busca cierto público en los videojuegos, para bien y para mal.
Acabada la historia, lo suyo es dar el salto a los modos multi-jugador online, donde en lugar de matar a enemigos controlados por la consola, se ejecuta vilmente a otra gente que juega también desde su casa. Es probable que durante las primeras horas, sin embargo, sean ellos quien acaben contigo de la forma más humillante que puedas imaginarte.
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Para jugar con amigos desde tu casa lo mejor es poner el ‘modo horda’ y luchar contra enemigos controlados por la consola que no paran de aparecer, ronda tras ronda. Aunque la idea de jugar en una misma consola con varios mandos parezca anticuada, este juego la recupera por todo lo alto.
No hay duda de que Gears of War 4 está a la altura de sus predecesores. Aunque el apartado visual puede que no impresione de la misma forma que lo hizo el Gears of War de 2006, que llegó en un momento en el que las técnicas gráficas cambiaban drásticamente, sigue siendo un trabajo impresionante.
Su lanzamiento en Xbox One y PC es algo relativamente único, pues Microsoft ha extendido sus lanzamientos a los ordenadores para intentar luchar con PS4, que de momento sigue reinando en cuanto a número de consolas vendidas. La versión para PC será mucho más vistosa a nivel gráfico, pero hará falta uno bastante potente para que funcione bien.