Para muchos gamers de hueso colorado y otros más casuales, mencionarles ‘el FIFA’ es sinónimo de no tener buen gusto, no saber de vídeo juegos y hasta no saber de fútbol, pues siempre ha sido menospreciado en comparación a otros títulos ‘más chidos’ como el Pro Evolution Soccer (Konami), sin tomar en cuenta que el FIFA es un simulador de futbol y que el hecho de que se te vaya un tirillo pitero cuando la prendiste mal o que la cuautemiña es físicamente imposible, son parte del realismo del juego.
La nueva entrega del FIFA 16 (que me regaló mi morrita pa’ mi cumple) trae las últimas alineaciones, nuevos uniformes y un torneo femenil, otra vez dejándonos con ganas del maldito Mundial de Clubes. Contiene los modos de juego tradicionales y muchas características por descubrir, sobre todo si tienes una consola de última generación, pues la versión de PS3 o Xbox 360 tiene muchas limitantes.
En lo personal soy de los fiferos que gustamos de llevar a un equipo desde abajo hasta la cima y por los momentos que se pasan cuando juegas con tus cuates y acompañas con una chela (o muchas) esas jornadas de FIFA. El hecho de estar con verdaderos amigos ya es ganancia y expresar las emociones de un torneo con alguien que ni es fan del fut pero que tiene una habilidad innata para armarla en el FIFA, gritar juntos los goles, hacer contrataciones bomba y compartir la tensión de ir perdiendo una final o meter un pepino de último minuto casi llegando a las lágrimas, son invaluables.
Sin duda una de las mejores sagas en toda la historia de los video juegos, lástima que venga Marquito Fabián en la portada y no estén de regreso el Perro Bermúdez y Peláez.
Hoy en la consola: FIFA 16, llevando al St. Pauli de Alemania a primera división.