Estafador de Bumble

En un mundo donde deslizar a la derecha puede parecer la puerta a nuevas conexiones y promesas de amor, también existe un lado oscuro del que no siempre se habla. Fernanda, con una valentía que ha dejado huella, no solo expuso un caso de fraude que afectó a más de 70 mujeres, sino que también puso sobre la mesa algo mucho más importante: la violencia de género.

Su historia, más allá de desenmascarar a Jonathan, conocido como “El Estafador de Bumble”, nos muestra los riesgos reales que existen en estos espacios y cómo es posible levantarse después de vivir algo tan devastador. Fernanda no se quedó callada, y al hacerlo, se convirtió en una voz para muchas personas que quizás todavía no encuentran la suya.

En esta entrevista, platicamos con ella sobre todo lo que vivió, pero desde un lado más humano: el impacto emocional, las lecciones aprendidas y cómo logró convertir su dolor en un motor para ayudar a otros. Su historia no es solo una denuncia, es un ejemplo de que incluso en los momentos más difíciles, siempre hay una forma de encontrar fuerza y transformar el dolor en algo que inspire a los demás.

Diego (DR): Fernanda, muchas gracias por compartir tu historia. Este caso ha resonado profundamente y te ha colocado en el centro de atención, con apariciones constantes en medios de comunicación tradicionales y digitales. Pero antes de profundizar en los detalles del caso, quisiera hacerte una pregunta más personal y humana:

¿Cómo te sientes realmente, Fernanda? ¿Cómo estás emocional y mentalmente después de todo lo que has enfrentado? ¿Qué emociones predominan en este momento de tu vida?

Fernanda (F): Hola Diego, Gracias a ti y a Mty360 por esta charla. ¿Cómo estoy? Pues ahorita ya estoy bien. Claro que fueron tiempos difíciles, desde el 4 de septiembre que todo empezó a pasar, que se empezó a desarrollar todo esto, hasta el 19 de octubre que yo ya supe con certeza por la chava del video de  Tesla, Me di cuenta que John estaba en Bumble  y que empecé a averiguar más, fueron días duros obviamente. Días donde estuve muy triste, siempre estoy acompañada como de mi terapia, de mis amigas, de mi familia, pero pues ¡Ay me vas a hacer llorar!. Pero obviamente duele ¿sabes? La Traición no deja de ser Traición. Y más cuando volteo y me doy cuenta que el año ocho meses que yo viví con John, pues en realidad ni siquiera era John, ¿sabes? Yo estuve con otro ser humano, no con el hombre que acabé descubriendo que era. Entonces, ha sido duro, súper duro para mí. También por mis hijos, el hecho de meterlos a vivir con una persona que no era la persona que yo creí que era, el tener que moverlos de su casa, ¿sí me entiendes? Esa parte me duele porque yo no quiero que ellos estén afectados en nada, ¿sabes? Es una decisión que yo tomé, se puede decir que en ese momento por amor, pero al final no quiero que les afecte a ellos para nada. Hoy estoy bien creo… Sin duda todavía me hierve la sangre cuando leo cosas de las niñas, cuando me vienen a poner cosas de lo que vivieron ellas con John, al final ya como que el tema de la infidelidad y todo eso ya no lo veo, ya no me puede, no me duele porque al final son demasiadas mujeres y me queda claro que no fue un tema mío como mujer ni de las otras, sino fue ya más un tema de John.

DR: Muchas personas ven en tu historia un ejemplo de fortaleza, pero sabemos que el camino hacia la recuperación no es fácil. ¿Qué recursos, personas o acciones te ayudaron a encontrar esa fuerza para seguir adelante?

(F): Sin duda mis hijos y no creo que esto me haya tocado pasarlo porque lo merezco más bien yo siento que es un tema que me tocó vivir, para poner un granito de arena y tratar de hacer que esto no le vuelva a pasar a nadie, que él ya no pueda seguir afectando a nadie más.

⁠DR: Para quienes no están familiarizados con tu historia, ¿podrías resumir cómo conociste a Jonathan, cómo se desarrolló su relación y cómo descubriste que él estaba involucrado en una red de engaños y fraudes que afectó a múltiples mujeres?

(F): Lo conocí por Bumble, sin embargo yo no salí con Jonathan enseguida, nos seguimos en Instagram, compartimos teléfonos y todo, pero nunca se dio que nos conociéramos, fue hasta un par de años después que yo lo conocí. Coincidió que teníamos un amigo en común, el estaba estudiando en el IPADE y uno de mis vecinos también estaba estudiando en el IPADE, Yo conozco a Jonathan físicamente poco antes de que él se fuera a casar, inclusive me invita a su boda y tiempo después él me busca y me dice que ya se divorció, el buscaba como un apoyo emocional ya que yo también soy una persona divorciada, claro que yo no viví ni experimenté nada de lo que Jonathan me contó que él había experimentado en su divorcio. Entonces fui como esa clase de apoyo emocional para él y adicional a eso él me contaba que estaba pues muy mal económicamente en ese momento, dado que en el divorcio pues la Ex prácticamente lo había vaciado, El tuvo un accidente en el coche y su vehículo estaba en reparación, él estaba con su proyecto de ser piloto, estaba haciendo sus horas de vuelo en Cuernavaca, necesitaba cómo trasladarse y yo le presté un coche, mientras todo eso pasaba él se tenía que cambiar de departamento, quería dejar la casa en donde había vivido con la ex esposa, y yo lo ayudé a mudarse, inclusive la señora que me ayudaba en ese entonces estuvo ayudando con la limpieza de Jonathan a acomodar las cosas y todo, entonces prácticamente fue de ahí que empezamos como a tener una relación más personal y empezamos a compartir fines de semana juntos, salíamos a cenar, bailar, echar cervecita, al cine y ya poco a poco fue que yo empecé ya a compartir más tiempo con John, al grado de tener ya ropa mía en su casa, yo podía estar en su casa de jueves a domingo, yo para ese entonces vivía bastante lejos de Jonathan, casi 45 minutos, una hora y fue ahí que él me dijo “oye qué te parece si nos vamos a vivir juntos, en una casa más grande con tus hijos”, él ya conocía a mi familia, ya conocía a la suya, todo estaba muy bien, mi mamá ya conocía a su mamá, entonces tomamos la decisión de irnos a vivir juntos y la verdad es que todo pintaba muy normal, Jonathan desde que yo lo conocí me había comentado que tenía como una marca de vino con otros socios en mi casa siempre hubo de ese vino, entonces él me decía que de ahí recibía cierta cantidad mensual, adicional a eso tenía unos proyectos donde hacían edificios para desarrollos inmobiliarios y siempre en mi casa también había como cuadernillos, proyectos, él salía a comer con accionistas de las empresas que querían hacer los desarrollos o a buscar gente que quisiera bajar los recursos, entonces para mí siempre fue muy movido, muy trabajador, no había ningún problema ni como ningún foco rojo en cuanto a lo que se dedicaba, sí tuvimos nuestros problemas como cualquier pareja en una relación, pero todo normal.

Pero llego el 4 de septiembre lo recuerdo porque fue el cumpleaños de una amiga, Jonathan me dice que va a ir a una reunión con un tal James. Yo soy el usuario principal de una camioneta Tesla que se había comprado a finales de julio y a mí me llega una notificación de la camioneta y me dice que la puerta del pasajero está abierta, entonces obviamente yo le escribo y le digo, “oye John ¿a quién subiste? que la puerta del pasajero se quedó abierta” y pues me empezó a decir “¿Qué pasa? ¿Cómo que a quién? pues a James lo fui a recoger” y yo “¿Cómo lo vas a haber ido a recoger? o sea claro que no, todos los niños del IPADE siempre llevan chofer ni al caso que lo hayas ido recoger, ¿con quién estás?” y el me responde “¿con quién voy a estar? Loca… no, neta ya me tienes hasta la madre estás enferma, te estás inventando una novela”. Se puso súper loco y a mí obviamente eso me alarmó muchísimo, a las 3 de la mañana me levanto, veo que no ha llegado, le empiezo a marcar, me cuelga las llamadas, no me contesta, hasta que me bloqueó y pues ya yo me quedé prácticamente otra vez dormida, bastante incómoda la verdad, fue un día horrible. El llegó 7 de la mañana y ya que yo me voy a meter a bañar, su teléfono estaba vibrando mucho, voy y veo el teléfono, y noto que tiene muchísimos mensajes de niñas, yo le digo John “¿Quién son todas esas viejas? ¿Qué pedo despiértate? ¿Qué hiciste ayer?” el se puso muy agresivo, “cállate pendeja, ¿Qué te importa? deja mi celular” en ese momento le vacío una botella de agua en la cabeza. Entonces ya se despierta y fue ahí cuando ya me empezó a amenazar, que son los vídeos que yo he compartido en Redes Sociales, yo inclusive le marco al 911 y me empieza a decir “el  911 no le hará caso a las viejas chillonas” y como que me empieza a remedar de lo que yo le diría al 911. Yo mejor decidí ese día salir de casa, más tarde volví, otra vez vuelvo a hablar con él porque la señora del aseo me dice que está llorando y que se siente muy incómoda, subo, trato de hablar con él, me dice inclusive que me medique doble porque yo tomo sertralina desde hace como cuatro años, que estoy viviendo una fantasía, que me estoy haciendo una novela, que claro que no se fue con nadie. Entonces, bajé a la Tesla, vi el vídeo y vi que sí, que justamente John estaba una chava, se ven entrando al departamento de ella, subo con las fotos a confrontarlo y me sigue diciendo que estoy loca y ya obviamente cuando ve las fotos si me dice perdón que la cagó pero pues que no, que no pasó nada, que solamente le dio ride, que es una amiga de los otros chavos, que fue a tomar con ella pero que no pasó nada y así me trajo.

Él se va de viaje el 8 o 9 de septiembre, no recuerdo bien, para emprender un proyecto con una avioneta a Cancún yo dije ok, él que se vaya a Cancún, esta bien que esté lejos de mí y yo que esté lejos de él, habíamos ido a una terapia en pareja porque él quería que yo volviera a confiar en él, que no me hiciera chaquetas mentales, que no había pasado nada, entonces como que quise darle el beneficio de la duda de que probablemente no había pasado nada y que sí se le habían pasado las copas y que solamente iba a tomarse más copas con la chava al departamento. Pero no pude, todo septiembre estuvo dándome vueltas en la cabeza ¿Qué había pasado con la chava?, yo quería saber con certeza que no había pasado nada o saber con certeza que sí había pasado algo para poder alejarme de John, claro que en ese momento me daba pues mucho miedo todo lo que implicaba por la situación económica en la que me encontraba, porque separarme de Jonathan enseguida implicaba quedarme con las deudas de los créditos que están a mi nombre, créditos que son de John, entonces yo traté de ir como poco a poco ir viendo de qué forma se podían limpiar esos créditos o tratar de extender lo más que se pudiera esa relación para yo no verme tan afectada económicamente, pero no pude más y fue el 19 de octubre que yo fui a hablar con la chava del vídeo de la Tesla y es ahí donde ella me dice que conoce a Jonathan en Bumble desde principios de agosto más o menos y que él estuvo muy insistente en que salieran y que ese día 4 de septiembre Jonathan va por ella a su casa, la recoge, van a comer súper rico, a un restaurante bien bonito y de ahí se van a Animal Masarik, de ahí se van a un piano bar y ya de ahí se van a casa de la chava, me cuenta toda la vida de John, pero sin contar, sin saber que John vivía conmigo, que ya tenía casi dos años conmigo. No obstante de eso, después de que habíamos ido a terapia, él estando en Tulum invita a la chava a pasar unos días a Tulum y le ofrece enviarle boletos de avión, ya en ese momento lo confronté y claro no me lo confirmo, su primera respuesta fue que estaba loca y que estaba muy mal por haberla ido a buscar, que era una loca yo junto con mi amiga que me había acompañado y ya fue un poco después que empezó a pedirme perdón. Ya en ese momento yo ya sabía que para nada podía tener nada que ver con él, yo sabía que ya tenía que cortar la relación de la forma en la que fuera, así me quedará yo con las deudas o no.

(DR): Cuando conociste a Jonathan, ¿Qué fue lo que inicialmente te atrajo de él? ¿Qué aspectos de su personalidad o comportamiento hicieron que confiaras en él e iniciaran su historia de amor?

(F): Es un tipo súper divertido, es bien agradable, bien ameno, caballeroso. Yo empecé a confiar en él porque nuestro relación de amistad empezó porque John estaba muy mal emocionalmente y económicamente,  él prácticamente se abrió como un acordeón conmigo y yo siempre he estado dispuesta a ayudar a la gente, sea quien sea, y en ese momento yo dije “pues lo ayudo claro, porque no”, en ese momento él nunca me ha pedido absolutamente nada en lo económico, lo más que hizo fue pedirme el coche para que él pudiera seguir con su proyecto de terminar sus horas de vuelo y poder ser piloto. Fuera de eso me la pasaba muy bien con él, salíamos a comer súper rico, platicábamos, es un hombre muy agradable, a mí me gustaba mucho viajar, a él tambien le gustaba mucho viajar, compartíamos experiencias de vida, yo ya me casé y me divorcé, se preocupaba por mi y por mis hijos, él siempre estuvo como muy atento en esa parte y en ese momento justo que yo lo conocí, yo no estaba como en una relación ni buscando absolutamente nada, prácticamente yo me dejé llevar, estuvo bastante padre, claro que conforme lo fui conociendo y se fue desarrollando la relación, pense en que por supuesto que es una persona con la que puedo compartir mi vida y yo ya le había agarrado bastante cariño, Y poco a poco le fui agarrando amor, es un tipo muy espléndido, detallista, atento, hasta que ya empieza a buscar su próxima víctima.

DR: A menudo se habla de la manipulación emocional como algo invisible y difícil de identificar. ¿Cómo describirías esa sensación de estar atrapada en una relación donde las señales de alerta estaban tan bien disfrazadas?

(F): ¡Horrible! Y creo que nuestro instinto como mujer o como hombre es algo al que le debemos de hacer caso siempre. Porque, mira, desde ese 4 de septiembre, el día que vi la puerta del pasajero abierta yo sabía que algo no estaba bien. Por más que se quiso excusar, hacerme creer que yo estaba loca y entre más me querían hacer creer que todo estaba bien, más me daba cuenta yo de que nada esta bien.

(DR): En tu relato y en entrevistas con distintos medios de comunicación hablas de años de manipulación emocional. Mirando hacia atrás, ¿Qué señales crees que ignoraste y cómo podrías ayudar a otras personas a reconocer esas banderas rojas antes de que sea demasiado tarde?

(F): Híjole, yo creo que lo que ignoré muchísimo fue que siempre él era la víctima, en todas las cosas que salían mal o en todo lo que le pasaba. El supuestamente siempre había hecho todo bien y a él siempre le falló la gente, su manera de querer demostrar que él está haciendo las cosas bien, fue en ese momento que me saltó la bandera roja, pero sin duda estoy segura que debí de haber prestado atención en todas las veces que se victimizó. Mi mensaje para las mujeres y hombres es que le haga muchísimo caso a su intuición y que si sienten que algo no está bien, definitivamente algo no está bien.

DR: Oye Fernanda desde que compartiste tu historia, ¿Has identificado patrones en cómo Jonathan seleccionaba a sus víctimas? ¿Qué características crees que lo hacían tan efectivo en sus engaños?

(F): John no solo tiene victimas mujeres, también hombres que han sido sus amigos o hombres que han confiado en John sin siquiera ser amigos, John les ha vendido proyectos y ellos han confiado en él. Las principales caracteristicas que distingo es que son hombres emprendedores, hombres con familias de buen poder adquisitivo, pero la gran mayoria de los que sufrieron daños han sido amigos entonces, yo creo que esa fue la manera de involucrarlos. De lado de la mujer, sin duda, la mujer con la que vive John por lo que yo he platicado con ellas y las cosas que me han contado, es la mujer de muy buena familia, de buen poder adquisitivo, emprendedora, una empresaria con un negocio, con buenas relaciones. En la parte física no encuentro un patrón. Y en cuanto a las relaciones que habia con las mujeres que no son su pareja formal mas bien de momentos, he estado viendo que son mujeres que de alguna u otra forma pues están como un poco vulneradas. Casi ninguna es de la Ciudad de México, son mujeres que trabajan, no es que tengan mucho poder adquisitivo o muy buenas relaciones, pero son mujeres que terminan como embobadas con John, con lo que el demuestra ser. Son mujeres que tienen buenos historiales crediticios, el llegaba con ellas y les pedía prestado un crédito o algo de dinero y a partir de ahí no lo volvían a ver, entonces esos son como los patrones que yo he encontrado entre todas sus víctimas.

DR: ¿Cómo describirías el momento en que empezaste a sospechar que algo no estaba bien con Jonathan?

(F): ¡TERRIBLE! Con mucho caos, sin duda algo caótico algo que jamás había imaginado vivir.

(DR): ¿Qué emociones predominaban en ti al descubrir la magnitud del engaño: ira, tristeza, miedo? ¿Cómo manejaste ese torbellino emocional?

(F): Con tristeza sin duda en un inicio, el sentimiento de traición fue algo muy duro para mí. Sentí mucho miedo, todavía siento miedo en ocasiones. Todo lo que ha salido a raíz de la separación, me ha provocado muchos miedos en cuanto a los cambios que yo tengo que hacer en mi vida y también por el tema económico, a mí nunca me ha gustado deberle nada a nadie, entonces eso de estar hasta a tope de deudas de John, pues sí me provocó mucho miedo. En su momento me dio mucho miedo John, claro, estaba aterrorizada, yo no sabía de lo que podía o no ser capaz John, es un sentimiento que predominó, ha sido una montaña rusa de emociones mi vida estos últimos dos meses y la ira me viene cuando leo todas las cosas que el a hecho a otras mujeres o cuando hablo por teléfono con ellas de lo que les hizo, es algo horrible.

DR: ¿Cómo llegaste a descubrir el archivo de Excel en el que Jonathan clasificaba a otras mujeres según su ciudad, situación sentimental y lugar de residencia? ¿Qué sentiste al ver la magnitud de su red de engaños?

(F): Ese archivo se llama “Lista Vida” y yo acabe descubriendo un disco duro, porque ya eran varias las personas que me pedían que buscara papelería de ellos que en algún momento le habían confiado a Jonathan y Jonathan nunca les había querido regresar. Entre esos papeles me pedían que buscara una denuncia que habían puesto contra Jonathan en Madrid ya que John había estado preso por haber golpeado a una de sus ex parejas allá, esto origino que lo metieran preso alrededor de 48 horas y ese papel lo quería esta chica, era un papel para ella importante. Entonces mientras yo me puse a buscar encontré el disco duro, en el habían muchas cosas personales de otras personas, cosas que yo fui entregando poco a poco. En el estaba un archivo del Excel, “Lista vida”, le piqué, lo abrí y vi que había 79 mujeres que tenían ciudad donde las conoció y un estatus en cada una, viendo los nombres me resonó el nombre de una chica que había hablado conmigo días antes ella había tenido algo que ver con Jonathan y supuse en ese momento que podían ser las mujeres con las que John habia tenido algo que ver. Conforme fui hablando con todas las fui buscando en el Excel, algunas están y otras no, Pero me queda claro que no solo 79 mujeres fueron las que pasaron por John, fueron mucho más, no he logrado encontrar a muchas pero varias de las que están en el Excel sufrieron violencia, algunas quedaron embarazadas y el las obligó a abortar, algunas sufrieron violencia mientras estuvieron embarazadas de Jonathan, unas fueron estafadas con créditos, unas con dinero que Jonathan les pidió prestado para negocios, algunas fueron parejas formales, la mayoría fueron parejas informales, lo que sí es que todas ellas conocieron un Jonathan que no existe todas fueron víctimas del engaño de John.

DR: ¿Sientes que tu experiencia cambió la forma en que percibes el amor y las relaciones personales?

(F): Si empiezo a sentir que me va a costar un poco de trabajo volver a confiar de la misma forma en la que confiaba antes en las personas, al final estamos hablando que viví casi dos años con una persona que hoy para mí es completamente un desconocido, no creo que sea tan fácil para mí volver a vivir con otra persona a corto plazo, sin embargo no me gustaría dejar de ver la vida de la forma en la que la veo, ni dejar de ver al resto del mundo como lo veo, porque creo que eso es parte de lo que yo soy, no quiero dejar de extenderle mi ayuda y mi apoyo de cualquier forma a alguien cuando lo necesite solamente por la mala experiencia que tuve con Jonathan.

DR: ¿Qué aprendiste sobre ti misma después de enfrentar esta situación?

(F): Definitivamente una es que si me propongo algo lo voy a lograr, desde el día uno dije yo voy a llegar hasta el más recóndito lugar para que John no le vuelva a hacer daño a nadie y creo que lo he hecho bien. Y la otra es el control de emociones, porque han sido como te digo un sube y baja de emociones, hay días en los que he leído cosas horribles que me han dado unas ganas espantosas de ir a reclamarle a Jonathan, a su mamá, a toda su familia y he mantenido la calma. Me he dado cuenta que soy un ser humano con las emociones bastante controladas.

DR: Después de exponer el caso, te convertiste en una figura de fortaleza para muchas mujeres. ¿Cómo fue enfrentarte a los juicios sociales y morales que suelen recaer sobre las víctimas en lugar de los agresores?

(F): No les hago caso. Al final entiendo que cada cabeza es un mundo, todos pensamos diferente, yo actué de la manera que sentí que era la mejor. Lo que yo busco es evitar que Jonathan vuelva a hacerle daño a cualquier persona, sea hombre o mujer, que no afecte a nadie ni moral, ni física, ni emocionalmente. Entonces, no, no le hago caso a lo que estén diciendo de mi.

DR: Una de las cosas que más impacta de tu relato es cómo la culpa puede llegar a consumir a las víctimas, incluso cuando saben que han sido manipuladas y no son responsables. ¿Cómo enfrentaste esa culpa en tu proceso de sanación, y qué consejo les darías a quienes están viviendo esta carga emocional en soledad?

(F): Fíjate que yo no me he sentido culpable de lo que me tocó vivir con John, ni de lo que me está tocando vivir. Al contrario, agradezco que me haya pasado a mí, porque estoy segura que me tenía que pasar esto para llegar al punto en el que alguien le pusiera un alto a John. Yo me siento agradecida con todas las mujeres que se han acercado a mí, tanto por el caso de John como por sus propios casos, y que de alguna forma u otra he podido ayudar a que levanten la voz o se den cuenta que realmente no es nuestra culpa lo que pasó o lo que nos pasa.

DR: Fernanda, lo que viviste no solo es una experiencia personal desgarradora, sino también un reflejo de los riesgos que muchas personas enfrentan al interactuar en plataformas de citas. En tu opinión, ¿Cómo crees que este caso ha cambiado la percepción de las aplicaciones para conocer personas? ¿Crees que las plataformas como Bumble están haciendo lo suficiente para proteger a sus usuarios? ¿Qué medidas específicas considerarías esenciales para prevenir situaciones como la tuya?

(F): Yo creo que ni Bumble ni ninguna otra aplicación ha hecho algo por cuidar a su producto, que somos en este caso nosotros, los seres humanos que interactuamos con la plataforma. Les falta mucho por hacer en cuanto a la seguridad. Hay otras plataformas en las que los métodos de seguridad para registrarse , para poder seguir utilizando las aplicaciones y para poder seguir dado de alta son increíbles. Como las plataformas de apuestas, en las que te bloquean y ya no hay forma de que tú puedas volver a ser usuario de esas plataformas sin embargo, en las plataformas de citas es tan fácil volver a darse de alta, tan solo con crear otro correo electrónico ya puedes volver a interactuar y utilizar la plataforma sin necesidad de confirmaciones de voz o de identidad en general. Las plataformas de citas o en este caso a Bumble le falta mucho que hacer en cuanto a su tema de seguridad y en cuidar la seguridad de nosotros como usuarios.

DR: Has creado una red de testimonios que ha permitido a otras víctimas de Jonathan compartir sus experiencias y encontrar apoyo. ¿Cómo te sientes con este esfuerzo y qué impacto crees que ha tenido en la vida de las afectadas?

(F): Me siento muy bien. El impacto que ha tenido con las afectadas sin duda es positivo, lo que yo he hablado con ellas es bastante emotivo, Por fin alguien pudo darles voz esto dicho por muchas de ellas y agradecidas de que esté luchando porque nadie más vuelva a vivir lo que tanto ellas como yo vivimos con John.

DR: Tu historia ha sido una fuente de inspiración para muchas mujeres que han encontrado en tu valentía un faro de esperanza para alzar la voz. ¿Cómo has manejado la carga de esta responsabilidad, y cómo ha impactado en tu vida personal y emocional compartir tu experiencia públicamente?

(F): Siento mucha responsabilidad porque no solo se han acercado a mi victimas de John, si no afectadas por otras personas y no solamente en la parte de la estafa también en la violencia y manipulación, aun sigo pensando en como ayudar a todos. En mi vida personal si me he quedado impactada de que haya tantas personas viviendo lo mismo que yo y que ninguna sienta que se le presto atención o se le hizo justicia a lo que ellas vivieron, eso para mi ha sido bastante impactante.

DR: Has mencionado que decidiste alzar la voz por tu sanación y por otras mujeres que han vivido violencia de género. ¿Qué mensaje les darías a aquellas que aún no se atreven a hablar?

(F): Que lo hablen que no se queden callados, entiendo que no es un tema fácil, que para muchas personas es algo muy difícil por el “¿Qué dirán?” se que eso es algo que a muchas personas les puede, pero la verdad es que la red de apoyo que puedes encontrar es inmensa e increíble tanto de personas que no han pasado por eso y hasta personas que lo están pasando o ya lo pasaron, entonces lo mejor es no quedarse callada o callado, al final son esas pequeñas acciones que hacemos las que pueden evitar que alguien lo viva en un futuro.

DR: Si pudieras retroceder en el tiempo y hablar contigo misma antes de conocer a Jonathan, ¿Qué consejo o advertencia te darías? ¿Qué crees que cambiaría si hubieras tenido esa guía?

(F): Si lo he pensando fíjate pero creo que sin duda me toco pasar por esto y vivir esto para llegar a esto. No me hubiera gustado no pasar por esto, al final estoy contenta con el desenlace que me toco vivir con John, sin duda después de ver lo que tantas mujeres habían pasado y que ninguna haya hecho nada creo que me tocaba a mi vivirlo para alzar la voz y que nadie mas sufriera como algunas lo hicimos.

DR: Después de transformar una experiencia tan difícil en un movimiento de conciencia, ¿Qué sigue para ti? ¿Tienes proyectos o iniciativas en mente, como escribir un libro, dar conferencias o continuar visibilizando la violencia de género?

(F): Voy a levantar la voz para que la estafa sentimental ya sea penada en el país eso es algo que he empezado a ver con personas expertas en el tema y se que voy a tener que ir a levantar mas un millón de firmas, pero yo encantada para que no vuelva a nadie a creer que porque eso no esta penado se puede hacer así tan fácil, este es un tema que voy a seguir de cerca. Siempre me han dado muchas ganas de escribir un libro, soy una apasionada de la lectura y claro me encantaría poder escribir este y muchos relatos mas y dar conferencias ya también me lo propusieron y encantada si yo puedo aportar en algo para las mujeres dando conferencias también lo voy a hacer tenlo por seguro.

DR: ¿Qué le dirías a todas esas personas que minimizan el abuso emocional y lo consideran menos grave que otras formas de abuso?

(F): Que no es menor abuso que el abuso físico por ejemplo, al final somos mente completamente y que de la nada llegue alguien a manipularte y destruirte mentalmente es algo terrible.

DR: ¿Qué enseñanza esperas que otras personas se lleven no solo sobre Jonathan, también sobre el respeto, el amor propio y la prevención del abuso?

(F): La mayor enseñanza y esa también es para mi es que siempre hay que denunciar así sea lo mas mínimo de violencia que ejercen sobre nosotros, porque hubiera sido mucho mas fácil ahorita en este proceso legal haber conseguido una orden de aprensión contra John, si existieran antecedentes de denuncias por violencia de mujeres o hombres, entonces el no descuidar ese tema es clave alzar la voz.  En cuanto al respeto y amor propio, mira yo me respeto muchísimo y es por ello que respeto ideas, pensamientos o acciones del resto, en cuanto al amor propio he aprendido a amarme y a respetarme sobre todo por mis hijos, entonces creo importante el aprendernos a amar y valorarnos antes a nosotros mismos para que no cualquier persona venga y solo por hablarnos bonito nos quedemos ahí.

DR: ¿Si pudieras reunirte con todas las mujeres que fueron victimas de Jonathan que les dirías para ayudarlas a sanar y salir adelante?

(F): Sin duda me voy a reunir con ellas, les diría que John nos hizo mucho daño pero por mi parte se ganaron una amiga, que siempre estaré para ellas y yo también se que he ganado mujeres increíbles porque ellas han estado conmigo durante todo este proceso, no quiero dejar de lado a los hombres ya que he conocido seres increíbles. Hemos construido una super red de apoyo, creo que por algo pasan las cosas, definitivamente de todo lo malo que ha pasado con John han salido también cosas maravillosas como conocer grandes seres humanos.

DR: Fernanda, al decidir exponer a Jonathan y todas las acciones que cometió, tomaste un paso increíblemente valiente, pero también sabemos que hacerlo no está exento de riesgos. Quisiera profundizar en esto: ¿En algún momento temiste por tu seguridad física, emocional o incluso legal al dar a conocer tu historia? ¿Qué pensamientos te pasaban por la mente sobre las posibles represalias que él podría tomar contra ti o sobre cómo reaccionaría la sociedad? Además, ¿Qué estrategias, apoyos o recursos te ayudaron a superar ese miedo y mantenerte firme en tu decisión de alzar la voz?

(F): Claro que temí por mi seguridad física por la de mis hijos y por la de mi familia, fue por eso que fui a presentar mis denuncias. Por mi seguridad emocional, pues seguí yendo a mi terapia y traté de estar en calma a pesar de todo el caos. Por mi seguridad legal, tengo un equipo legal que está de la mano conmigo. Claro que sabía que me podía enfrentar daños morales, destrucción de la propiedad. Pero al final dije, “Tengo que dar a conocer todo lo que está pasando”, creo que eso también es parte de mi sanación emocional. Y al final dije, “si me tengo que enfrentar algún daño moral o algún daño por destrucción a la propiedad de cosas de Jonathan, pues lo haré en algún tribunal o donde me toque ir y le tocará a mis abogados defenderme”, pero no había forma de que yo no hiciera las cosas que hice creo que nada se equipara a lo que ha hecho Jonathan y claro que he pensado muchísimo en las represalias que él puede tomar para vengarse de mí por lo que hasta ahorita ha sido solamente un quemón social, el seguramente está pensando que esto es culpa mía pero la realidad es que esto no es culpa mía esto es solamente el resultado de las acciones de él.

DR: Fernanda, después de todo lo vivido, ¿Crees que podrías volver a confiar en el amor? ¿Qué aspectos consideras fundamentales para reconstruir esa confianza?

(F): Claro que si, creo que no puedo estar cerrada al amor o confiar en alguien solamente por lo que viví, creo que hay seres humanos los cuales no están pensando en ir haciendo daño a las personas que se encuentran, claro que pondré mucha mas atención a los detalles, pero sin duda no voy a estar cerrada al amor.

DR: ¿Hay algún mensaje de agradecimiento que quieras compartir con todas esas personas que te han acompañado en este proceso?

(F): Gracias a todas y todos los que han sido voceros del tema por ayudarme a difundirlo.

Gracias a todos los medios de comunicación por que nos han ayudado a darle voz a todos los afectados, Gracias a ti Diego y a Monterrey 360 por darme el espacio y platicar mas a fondo de todo lo que en los últimos meses hemos pasado como afectados de John.

El caso de Fernanda G. pone en evidencia cómo las plataformas digitales, a pesar de sus promesas de conexión, pueden convertirse en herramientas de abuso cuando se usan sin escrúpulos. Pero también revela el inmenso poder que tiene la denuncia, no solo para buscar justicia, sino para crear conciencia colectiva.

Fernanda, con su valentía, nos recuerda que la violencia de género adopta muchas formas y que es responsabilidad de todos educarnos y apoyar a quienes enfrentan estas situaciones. Su historia no solo es un llamado a ser precavidas, sino también a construir entornos digitales más seguros y responsables.

Si estás enfrentando violencia de género, recuerda que no estás sola. Busca ayuda y confía en que alzando la voz, como Fernanda, puedes ser el cambio que muchas necesitan.

“La verdadera conexión nace de la empatía y el respeto, no del engaño”

Por Diego Rodriguez

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