Clásico Regio

¡Es Semana de Clásico Regio!

Iniciando la semana, me levanto de la cama a las 7:50 am e inicio mi ritual semanal para irme a trabajar. Echarme un baño, prepararme de desayunar, seleccionar la corbata que usaré hoy, lavarme los dientes, peinarme, ponerme el traje e iniciar el recorrido para irme la oficina. Cargado de toda la buena actitud y ánimo de inicio de semana, recuerdo que hay un ingrediente adicional que motiva a la gran parte de la población panbolera de la ciudad. ¡Es semana de clásico! Tigres y Rayados se enfrentarán para jugar el Clásico Regio 127.

Hoy es cuando, los aficionados Rayados y Tigres nos agrandamos y lanzamos retos y apuestas en confianza de los colores. Desde que tengo memoria, en la semana del clásico siempre ha existido un equipo que llega como favorito mientras que el otro llega con etiqueta de débil y/o desmotivado, pero ¿Cuándo nos ha importado esto para disfrutar del clásico más apasionado de México?

El verdadero aficionado a su equipo, defiende sus colores y sabe que el sábado será un partido diferente, el ganador repuntará en su accionar y será candidato al título, mientras que el otro, la desmotivación de la derrota lo alejará poco a poco en la zona de calificación. Desde hoy hablamos del clásico con los compañeros de trabajo, con el jefe, con los amigos, con los clientes y con la novia. Se discute desde la hora del desayuno hasta la hora de la cena. Jugamos el papel de DT y aficionado a la vez, nos creemos que tenemos la verdad absoluta y la fórmula perfecta para plantear el partido, acomodar al equipo y lograr un triunfo contundente. El aficionado sabe que este partido es especial, se le exige al equipo que se juegue con talento, ganas, inteligencia, fuerza y pasión, a cambio el hincha promete el apoyo y aliento desde las gradas. Éste es el único partido de la temporada que está prohibido perder.

Muchos como yo nos preparamos desde hoy sobre: donde veremos el partido, si reservamos un lugar o decidimos verlo en casa, a quien le vamos a apostar, si en el celular nos encontramos el contacto de una vieja amistad para ver si nos pudiera invitar o conseguir boletos para ir al estadio, buscamos del cajón la mejor camiseta para la ocasión, sea la nueva piel o alguna de las “retro” para lucirla antes, durante y después del partido, entre otras muchas cosas.

Por lo pronto espero con ansias que llegue el sábado para poder disfrutar de otro clásico más en compañía de mi papá. Estoy seguro que será un clásico único, lleno de goles y emociones para todos los aficionados regiomontanos.

Inconscientemente me vestí el día de hoy con corbata y traje azul, por lo que la fiebre del clásico me alcanzó mientras dormía, “pegándome” al despertar, esperando que su efecto desaparezca felizmente el próximo domingo.

Texto: Isaac Treviño Gutiérrez

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