¿Qué pasaría si la Inteligencia Artificial decidiera ponerse en contra de los humanos? Esa es la principal premisa en gran parte de las películas de robots, pero en Resistencia, dirigida por el director de Rogue One Gareth Edwards, que ya está en cines, la cosa será diferente, ya que veremos a los robots siendo perseguidos por los humanos.
Tras muchos años de avance tecnológico, la Inteligencia Artificial ha avanzado lo suficiente para convertirse en sintiente, conviviendo robots con apariencia humana en la sociedad como si fueran sirvientes. Sin embargo, tras un desastre nuclear en Los Ángeles, Estados Unidos le declara la guerra a todo robot sintiente en el planeta. Y tras muchos años después del incidente, Joshua, un militar retirado, encuentra a la que será el arma mortal más poderosa creada para finalizar la guerra: una niña pequeña.
Lo más interesante de esta película es sin duda la premisa de que los robots no son los malos aquí, porque si bien se adjudica el desastre nuclear a la IA, durante toda la película nos muestran como los robots no son muy diferentes a los humanos, pueden sentir, pueden preocuparse por sus seres queridos y pueden sufrir. En cambio, los humanos, específicamente los estadounidenses, son más fríos, violentos y despiadados a la hora de querer cumplir con su misión, una ironía al ver como normalmente los papeles son al revés en este tipo de películas.
Por otro lado, menciono el anterior trabajo del director en Rogue One porque realmente se ve la influencia que tiene en esta película, ya que los efectos especiales y el diseño de personajes es sumamente parecido, incluso podrías pensar que pertenecen al mismo universo. Y algo que debo aplaudir son en especial los efectos especiales, porque sin duda son unos de los mejores que ha tenido la industria del cine este año, con vistas espectaculares y un sonido envolvente que hacen de esta película una experiencia imperdible para cualquier fanático de la ciencia ficción.
Lo único que no me encantó fue la historia, y no es porque sea mala, sino porque se queda un poco corta, ya que teniendo la premisa que menciono anteriormente tiene un gran potencial que se siente algo desperdiciado, porque no se profundiza realmente en los alcances que puede tener una situación tan controversial como la IA actualmente. Pero lo que sucede en cambio es más una historia de acción con poco desarrollo, porque solo escuchamos como los robots si son buenos y lo siguiente que vemos son explosiones, y así se repite sucesivamente.
La relación que Joshua y Alfie tienen me recuerda mucho a esta narrativa recurrente donde un hombre con grandes habilidades tiene la misión de cuidar a un infante cuyos poderes son codiciados por las fuerzas del mal, y al final resulta en un desarrollo muy emotivo por ambas partes, la cual resulta ser el pilar de la historia.
Si eres un fanático de la ciencia ficción esta es una película es obligatoria para ti, así que no olvides verla este fin de semana, especialmente en IMAX para tener una experiencia inolvidable.
