Weezer acaba de lanzar su décimo álbum de estudio, el homónimo pero conocido popularmente como The White Album. Weezer, anteriormente lanzó las versiones en azul (1994, disco debut), verde (2001) y rojo (2008) con mucho éxito, por lo que la expectativa para el nuevo disco de los rockeros californianos era alta.
Es innegable la influencia de Weezer en los años noventa, con tres sólidos y galardonados discos (1994, 1996 y 2001), la banda de Rivers Cuomo ha regresado con una influencia muy playera. De hecho, Cuomo declaró que este disco lo ve como “un regreso a nuestras raíces, la meta con Jake Sinclair (productor) era regresar a la gloria de los noventas, también le doy mucho crédito a The Beach Boys, fueron una gran influencia para componer este disco”.
Como ha compartido que este disco fue inspirado por “paseos en las playas de California, tu sabes… Venice, Santa Monica, caminando y haciendo matches en Tinder jaja también viendo a jóvenes bandas tocar en la playa, fue muy orgánico el proceso”. Drogas, sexo, decepción, sueños frustrados, búsqueda de identidad, es raro ver a unos tipos de más de 45 años cantar sobre estos temas, pero así nació Weezer, una banda bandera de la Generación X.
Con The White Album, Weezer logra un montón de melodías muy vintage, logrando que uno se transporte a California, a esas playas soleadas en busca de encontrar un sentido de la vida y un match perfecto con quien pasar las tardes rememorando lo que pudo ser y lo que no será. Weezer ofrece canciones memorables sin sonar muy forzados, un álbum que marca el regreso en forma de Rivers Cuomo y compañía.
Canciones clave: “Endless Bummer”, “California Kids” y “Jacked Up”.
