Chicuarotes no solo significa la segunda película que dirige Gael García Bernal, sino una película con un tremendo, e impactante, mensaje.
Chicuarotes cuenta la historia de “Cagalera” y “Moloteco”, dos adolescentes de San Gregorio Atlapulco que buscan desesperadamente alejarse de las circunstancias opresivas en las que viven.
Cuando se enteran de la oportunidad de comprar una plaza en el sindicato de electricistas, que podría transformar sus vidas, se adentran en el mundo criminal de la Ciudad de México, en un intento por comprar su libertad.
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Protagonizada por Benny Emmanuel, Leidi Gutiérrez, Gabriel Carvajal, Dolores Heredia y Daniel Giménez Cacho, la cinta, que se estrenó en México el 27 de junio, fue proyectada en la Selección Oficial de la edición 72 del Festival de Cannes, teniendo una buena respuesta.
“Más allá de la pobreza como tal, esta historia tiene que ver con un desencuentro social; mi personaje no se halla en el entorno en el que vive, porque ahí predomina la violencia, y quiere dinero para salir desesperadamente de ahí”, explicó Benny Emmanuel, quien interpreta en la película al adolescente Cagalera.
En la presentación del filme, la joven actriz Leidi Gutiérrez, quien interpreta a la también adolescente Sughelli, declaró que: “El tema te da para sentirte identificado, el tema es universal, pasa en México y en España, donde nos comentaron que les recordaba un lugar de Madrid, pero al final la película te da un poco de esperanza”.
Para García Bernal filmar esta cinta en San Gregorio “se volvió una necesidad” tras siete años de visitar e investigar cómo era la vida en esa zona rural de la CDMX. “Es un lugar increíblemente festivo más allá de las tragedias; vimos que en este poblado hay mil cosas que suceden, que son simbólicas y que reflejan lo que pasa en la Ciudad de México”, dijo.
Chicuarotes es el segundo largometraje del mexicano Gael García Bernal como director, anteriormente había dirigido Déficit (2007).
Gael, quien se ha caracterizado por ser un defensor de los derechos humanos, comentó que las cintas “pueden tener un significado muy especial para los lugares que las cobijan, sobre todo después de haber experimentado una tragedia”, como fue el caso de San Gregorio que sufrió los estragos del sismo del 19 de septiembre de 2017.
“Una película sublima la vida, y la lucha que tenemos por seguir vivos, y esto es lo que pretende esta nueva película”, sentenció.
