Riot Fest celebró su 20 aniversario este pasado fin de semana y no se contuvo al presentar a algunos de los mejores artistas emergentes y reunir a leyendas increíbles durante los tres días del festival.
Este año, los artistas principales incluyeron a Blink-182, Weezer y Green Day. Entre los actos de apoyo estuvieron IDLES, Weird Al Yankovic, Jack White, y muchos más.


El viernes comenzó con un día caluroso y soleado, arrancando con artistas como Sparks. Con 26 álbumes en su catálogo, los hermanos Ron y Russel, tocaron sencillos como “The Number One Song in Heaven” y “This Town Ain’t Big Enough For Both Of Us”. A pesar de los años, siguen rockeando con todo.

Trayendo energía del hip hop al ambiente mayormente punk rock, Rico Nasty arrasó con el Riot Stage, presentando hits como «Smack a Bitch» y «Rage». Mientras tanto, actos de hardcore como Harms Way, originarios de Chicago, y Knocked Loose originarios de Kentucky, prendieron a la multitud con pirotecnia impresionante, mosh pits y circle pits brutales.


El sábado trajo lluvia, pero no apagó el caos. Militarie Gun, la banda al frente de la nueva era del hardcore melódico, ofreció una presentación intensa que resonó con todos los que estuvieron ahí. Su más reciente álbum, God Save the Gun, lanzado hace apenas unos meses, ha recibido puras buenas críticas.

The Cribs, liderados por los hermanos Ryan y Gary Jarman, tocaron rolas como «Men’s Needs» y «Be Safe».
Uno de los momentos más esperados del fin de semana fue cuando John Stamos por fin hizo su debut en Riot Fest. Desde 2013, el festival había invitado a Stamos para reunir a «Jesse and the Rippers», la banda ficticia de Full House, para tocar un set. Aunque los intentos anteriores no tuvieron éxito, el festival mantuvo el chiste, agregando cada año más referencias a John Stamos en el recinto, incluyendo en 2024 una estatua de mantequilla de ¡más de 4 metros y medio! como pieza central del espacio “Riot Land”.
Finalmente, el momento llegó el sábado cuando los Beach Boys subieron al escenario acompañados por Stamos en la guitarra. “Llevan más de una década burlándose de mí, hijos de su madre”, bromeó al subirse. “Estoy súper agradecido con Jeremy, (Riot) Mike, y todo el equipo de Riot Fart, como le digo yo.”
El público coreó clásicos como «Wouldn’t it Be Nice», «I Get Around» y «Kokomo», mientras la comunidad punk hacía crowdsurf y circle pits durante «Surfin’ USA». “La discordia está en su punto más alto y la decencia en su punto más bajo, pero gracias a Dios tenemos la música de los Beach Boys y a Riot Fest para seguir adelante, ¿a poco no?”, dijo Stamos antes de cantar «Forever» frente a un mar de 40,000 personas.


Esa noche cerró con Weezer, tocando de principio a fin su icónico Blue Album como parte de su celebración de 30 años de carrera.


El domingo regresó el clima soleado, y el último día del festival fue tan implacable como su cartel. El trío de galanes noventeros Hanson abrió el día, pero debido a problemas técnicos, se retrasaron más de 30 minutos mientras los ingenieros de audio buscaban la falla. Tras varios intentos, lo resolvieron y la banda arrancó con todo con «Fired Up» y «Where’s the Love». John Stamos apareció de nuevo, ahora tocando la pandereta en «MMMBop».


En el Roots Stage, Bad Religion tocó completo su álbum de 1987 Suffer, agregando temas como «You» y «American Jesus» en el set.


Durante el show de IDLES, el crowdsurf fue constante. El guitarrista Lee Kiernan se lanzó del escenario hacia el público, que lo sostuvo mientras todos cantaban de principio a fin rolas como «I’m Scum», «Mother» y «Danny Nedelko». Pero el verdadero momento épico fue cuando Jack White hizo una aparición sorpresa como guitarrista invitado en la canción «Never Fight A Man With A Perm», igualando la energía frenética de la banda. El vocalista Joe Talbot fue como un sacerdote guiando un sermón punk rock.


En el Rise Stage, Inhaler, liderado por Elijah Hewson, hijo de Bono de U2, mantuvo la calma tocando temas pop-rock de su más reciente disco Open Wide. Las canciones suaves generaron la ovación más fuerte entre los fans más jóvenes.

Cerrando el festival, Green Day dio un show estelar con una lista de canciones llena de himnos políticos como «American Idiot», «Jesus of Suburbia», «Know Your Enemy» y «Holiday».

Este año sin duda se ganó un lugar como uno de los más memorables en la historia de Riot Fest. Al marcar su 20º aniversario, el evento se ha convertido en una reunión familiar, donde los punks DIY de antes ahora son los buenos padres de hoy, enseñando a sus hijos el camino del punk rock. Rechazo a la autoridad y respeto para todos, a través de la música… y del mosh.

Por acá pueden ver nuestras reseñas y fotogalerías de nuestras visitas al Riot Fest
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