Reseña: Maná en Monterrey
Después de triunfar en el Tecate Pal Norte pasado, nuevamente tuvimos la oportunidad de disfrutar a Maná en Monterrey. La icónica banda de rock volvió a encender los corazones de 11,000 fanáticos en la Arena Monterrey con su tour «México Lindo y Querido».
La noche comenzó con una explosión de energía cuando la banda subió al escenario poco después de las 21:40 horas, abriendo con los clásicos «Manda una Señal» y «De Pies a Cabeza».

Fher Olvera, el carismático vocalista, no tardó en conectar con el público regiomontano, expresando su emoción y gratitud por el apoyo incondicional que han recibido desde los inicios de su carrera. «Monterrey es una de las ciudades favoritas de México. Desde los inicios de nuestra carrera nos adoptaron», comentó Olvera, arrancando aplausos y vítores de la audiencia.
El repertorio de la noche incluyó éxitos como «Corazón Espinado», «Labios Compartidos» y «¿Dónde Jugarán los Niños?», canción durante la cual un elefante inflable se hizo presente en el escenario, añadiendo un toque visual espectacular al ya vibrante show.
Como ya es costumbre, Fher aprovechó para contar un poco sobre la historia de las canciones que completaban el repertorio, dándole un poco más de sabor a su presentación y haciendo que el público conectara de manera más especial con las mismas.
El baterista Alex González también tuvo su momento de gloria con un impresionante solo que dejó al público boquiabierto. La banda no solo deleitó con su música, sino que también hizo un llamado a la conciencia ambiental, destacando la importancia de cuidar la naturaleza, un tema recurrente en sus presentaciones.

Si bien, la presentación fue la misma que en anteriores ocasiones, la magia de Maná no se encuentra en las sorpresas, sino en, una presentación muy sólida, llena de éxitos y entregando la energía que tienen a su público.