En aquellos días, Carlos Vela conquistaba al mundo futbolístico mexicano al brillar como el máximo goleador del Mundial Sub 17 en Perú 2005, ayudando a México a coronarse por primera vez como Campeón en un Mundial organizado por la FIFA. Tras su gran actuación el Arsenal se fijó en él y logró contratarlo. Era la joya mexicana, un proyecto a largo plazo que tendría de maestros a Arsene Wenger, Thierry Henry, Robin Van Persie, Robert Pires y Cesc Fábregas, entre otros.
Tras pasar 3 años cedido en España en clubes como el Salamanca, Celta de Vigo y Osasuna, Carlos Vela por fin debutaba en Inglaterra con el Arsenal. Pero Wenger, su entrenador nunca le convenció la apatía que por momentos mostraba en entrenamientos y a la hora de jugar el fin de semana, por lo que fue una vez más cedido, esta vez, al West Bromwich Albion.
Tras este inicio de carrera complicado, Carlos Vela sería cedido a la Real Sociedad, equipo con el que por fin, se sentiría agusto, claro, cancunense como lo es él, en San Sebastián encontraría playa y calor que lo arroparía para junto con un gran equipo, en la campaña 2012-2013, clasificar a la Champions League. En ese año, Vela paso a los records históricos del club al anotar el gol número 3,000 del equipo. Jugadores como Griezmann, Iñigo Martínez, Xabi Prieto y Agirretxe eran los grandes compañeros de Carlitos, al cual lo arropaban de excelente manera, al grado de que Vela anoto 14 goles en la temporada, todo un récord para él quintanarroense.
Carlos Vela pudo haber brillado en grandes clubes como el Arsenal, Milan o Chelsea, pero, después del gran éxito que fue la campaña 2012-2013, se encerró en su mundo, no quiso saber nada de la Selección de México por 3 años, incluso se perdió los Juegos Olímpicos de Londres, así como una Copa del Mundo en donde era llamado a brillar en el ataque tricolor.
Su pasión en el deporte es el baloncesto, y el fútbol es solamente su profesión, al grado de que ha incurrido últimamente en muchos actos de indisciplina con su club, la Real Sociedad, en la que en esta temporada 2015-2016 ha sido la peor de su carrera, el tipo anota gol cada 520 minutos.
Es una lástima ver como alguien que tenía todo para brillar ha echado por la borda todas las expectativas que la gente tenía de él. En lugar de ser recordado como el “bombardero” el letal atacante, el de los goles importantes, será más recordado con su eterna sonrisa al momento de fallar algún gol, ya sea en su club o con la Selección. Algunos le apodan la “hiena” y es con esa nerviosa risa con la que se la ha pasado toda su carrera futbolística.
