Miguel Herrera no ha dirigido un solo partido a Tigres y ya ha dado de qué hablar.
Dejando de lado la explosión mediática, que todos sabíamos iba a suceder y que a unos gusta y a otros no tanto, está lo que tiene que ver con la cancha… que a final de cuentas es lo que le importa al aficionado.
Si bien el ‘Piojo’ respeta lo logrado por ‘Tuca’ Ferretti con el equipo, sabe y sabemos que tomará poco de su propuesta táctica para solventar los compromisos.
Miguel Herrera ya no es más el director técnico rebelde cuyos equipos metían muchos goles, sí, y divertían bastante, también, pero a su vez recibían otros tantos y las sonrisas a menudo se convertían en llanto.
Ahora piensa y ejecuta; calcula y modifica.
Sin embargo, el ADN la volpista lo trae en las venas, y en eso es muy diferente a Ricardo.
Tigres jugará distinto. Más vertical, se comprometió Miguel antes de trabajar con sus nuevos pupilos. Y Gignac meterá un chingo de goles, lo dijo a través de las redes sociales.
Llegarán con mayor unidad y rapidez al área contraria; intentarán más y todas esas cosas que la afición tanto había pedido.
No obstante, no todo será miel sobre hojuelas para la hinchada. Porque todo parece indicar que uno de los consentidos se irá del equipo.
Algo tiene Leo Fernández que a Chepo no le convencía del todo (a pesar de que en Toluca sí rindió), a ‘Tuca’ Ferretti tampoco y Miguel Herrera parece ir por el mismo camino.
Lo curioso es que a Ricardo lo mataron por no utilizar al jugador, y al ‘Piojo’, al parecer, le van a perdonar que se desprenda de él sin darle la menor oportunidad.
¿Por qué?
Sería fácil basarnos en el hecho de que el aficionado ya estaba harto de Ricardo, y por ende todo le veía mal.
O atender a las promesas futbolísticas de Miguel Herrera que entusiasman a cualquiera.
Hay una realidad, sin embargo, que muchos no toman en cuenta.
Si al brasileño se le pegó mucho por no alinear a Leo Fernández, fue porque dentro de lo que tenía no había alguien mejor… o alguien menos peor que el charrúa, al menos en lo que respecta a su posición.
En cambio Herrera está ante la posibilidad de reemplazarlo por alguien más.
‘Tuca’ no tenía de otra; Miguel sí, y al parecer hará válida la oportunidad.
La calidad del reemplazo, no obstante, en caso de no satisfacer las pretensiones del aficionado, podrá restarle peso al perdón… podrá llevarlo al pecado.
Cuando todo está dicho, decir más, está de más.
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Texto: Jaime Garza
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