monstruo de dos cabezas

El monstruo de dos cabezas

5.12 millones de habitantes tiene Nuevo León pero quizá debería leerse 10.24 millones debido a la doble cara y personalidad múltiple de algunas personas.

A lo largo de nuestras vidas estamos destinados a conocer a un gran número de personas, algunas que se llegan a acercar e integrar significativamente, y otras que mantenemos a distancia. Ahora, muchas veces cometemos el error de confiar demasiado rápido en la gente, en contarle nuestros sueños, ilusiones, fracasos y también nuestras heridas y no lo vemos hasta que se convierte en la bala que nos arrojan por la espalda.

En ésta ocasión tocaremos el tema visto desde el ángulo amoroso.

Muchas veces creemos que este tipo de personas lo podemos encontrar solamente con amistades pero no siempre es así, pues una gran mayoría de esos monstruos se esconden debajo de la piel de nuestras parejas sentimentales.

El monstruo de dos cabezas

Cuando tenemos la primera cita todo parece marchar de maravilla, conforme pasan los días comienzas a tomar confianza con esa persona y abres un poco tu corazón contándole errores y fracasos del pasado. Él te escucha, es atento, te reconforta y poco a poco te enamoras de él y aparte de convertirlo en tu novio, también es tu mejor amigo… hasta que el tiempo te reafirma lo contrario, pues en la primer oportunidad él comienza a lanzarte en la cara todo aquello que le dijiste que te dolía y te das cuenta que tan solo has creado un: ENEAMIGO.

Tengo una amiga: Victoria. Me contó que tuvo un novio con el que duró un par de años, se llamaba Luis. Un tipo bastante genial con el que compartió increíbles momentos. Luis era un chico sencillo que la quería mucho. Era su mejor amigo en toda la relación, si ella decía: “hoy quiero vender ropa” él la apoyaba sin condición e iba con ella hasta al fin de mundo a buscar proveedores, que si Victoria decía “hoy quiero conocer tal sitio” “quiero meterme a clases de tal o cual”, él la apoyaba. ¿Suena maravillo cierto? ¿Entonces que tanto le pesaba a Victoria? Pues que a Luis solo le bastaban 3 minutos de celos y pagabas el boleto de admisión para ver al hombre de las inseguridades. Él la ofendía con el trillado “p*t*” y de ahí no la bajaba.

Victoria no podía permitirse un momento para ella. Victoria no podía estar en línea en whatsapp sin hablar con él, Victoria no podía salir con nosotras sus amigas, porque el hombre de la mente viajante se creaba un sinfín de escenarios de Victoria siéndole “infiel” y aún y cuando terminaron un montón de veces por las mismas peleas constantes y en esos inter, Luis le llamaba y le escribía descargando todas sus traumas internos diciéndole un sinfín de “de seguro andas de fácil con tal o tal cabrón”.

¿Existen los dobles mensajes con los hombres?

Asustada y un tanto asqueada, yo le preguntaba una y otra vez a mi amiga: ¿Qué diablos estás haciendo contestándole? Me tocó muchas veces ser su consuelo mientras desesperada trataba de explicarme que él que era un buen hombre, que la cuidaba, la apoyaba y lo justificaba diciendo “es que está enojado”, “es que no sabe controlar su carácter“ y eso bastaba para que ella olvidara los insultos de él, luego él le pedía perdón y le decía que la amaba y así, ella volvía con él… una y otra vez. En pocas palabras: juntos eran los mejores amigos, separados, los peores enemigos.

Esta semana quise tocar este tema porque quizá allá afuera hay más personas con este mismo caso y la verdad me aterra la idea de que siguen permitiendo estos insultos, ¿Qué va a pasar después?, ¿Qué comience a agredirte físicamente?

Por otro lado, sé de alguien que conoció a un chico hace un par de años. Salieron un par de veces sin llegar a nada formal incluso solo fueron un par de fiestas alguna vez. El tipo llamado Aarón resultó ser un completo monstruo de dos cabezas. De primero fue lindo, caballeroso y agradable, y aunque él sabía que la chica en cuestión acababa de pasar por una ruptura, y ella le comentó de la manera más atenta que no estaba disponible emocionalmente para comenzar algo, a él le bastaron 3 tragos de cerveza para agarrar valor y comenzar a decirle de cosas queriendo “ofenderla” y hasta burlarse de su roto corazón.

Da un tremendo miedo ir caminando por la calle, que un chico lindo te sonría y que sea una especie de alimaña ponzoñosa que se quiera apoderar de tu vida, tus sentimientos y tu autoestima. De algún idiota, esparce rumores con traumas internos y falta de atención y educación.

En la antigüedad existían los “freak show” un espacio donde la gente pagaba por ir a ver a los monstruos “reales”. Tal vez nunca debieron dejar de existir porque al menos ahí todos estaban en un mismo lugar y no corrías el riesgo de toparte a uno cuando te pide tu número en un café.

Pero… ¿Todos los hombres son monstruos?

¡No! ¡Claro que no! y esto es algo muy importante que tienes que saber. ¡NO TODOS LOS HOMBRES SON IGUALES! Sé y me consta que hay hombres nobles y buenos en el mundo, pero… es importante abrir muy bien los ojos porque ambos navegan con la misma bandera, esos genéticamente mutantes lucen por fuera igual que los buenos, pero solo les basta un par de tequilas, una dosis de celos o una cucharada de algo que no les guste y comienza a sonar la 5 sinfonía de Beethoven para que como Hulk, su alma verde comience a salirse de su pecho.

Es cierto, nadie es perfecto y todos hemos fallado o caído en un comportamiento en el que no pudimos controlar nuestra boca al hablar en un enojo en más de una ocasión, pero es de sabios reconocer el error y no hacerlo más, pero si eso se vuelve una rutina. POR FAVOR, dale next. Recuerda que eres dueño de lo que callas y esclavo de lo que hablas, y puedes estar a salvo y en paz si evitas darle a la persona equivocada el poder de lastimarte.

Hay un refrán que debes aprenderte:

“Nunca le cuentes a nadie donde es donde más te duele porque será su lugar favorito para lastimarte”.

Aunque no toda la culpa es de ellos. Nosotras también llegamos a ser monstruos por permitir a alguien así.

Y tú ¿alguna vez has conocido a un monstro de dos cabezas?

· Nota: los nombres reales utilizados en esta columna fueron cambiados para su privacidad… o tal vez no.

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Con amor: July
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