Cierta noche mi amiga Victoria y yo compramos una deliciosa pizza y una botella de vino y nos vinimos a casa a cenar, platicar y echar el chismecito a gusto pero con el motivo principal para celebrar el éxito que ha tenido Victoria con su nuevo emprendimiento pues hace un par de meses abrió una tienda en línea y le ha ido bastante bien.
Cuando me dijo: “Estoy vendiendo a lo loco” me emocioné demasiado y corrí a abrazarla para felicitarla por esta gran faceta en su vida.
Ambas estábamos sentadas en el suelo sobre la alfombra mientras brindábamos por cumplir nuestros sueños y ser unas #GirlBoss. En eso ella se quedó un tanto pensativa y le pregunté que qué era lo que le ocurría.
Se me arrugó el corazón cuando la vi que se le quebró la voz y dijo:- “¿Te acuerdas de mi prima fulanita de tal y mi otra prima tal?”- ¡Claro que me acuerdo si siempre has sido demasiado unida a ellas! (Victoria se crio con ellas desde que eran muy chicas y las veía como sus hermanas puesto que eran de la misma edad), Bueno, pues, no sé cómo decir esto porque no sé ni siquiera que pasó.
Con atención la escuché y dijo: -“No he recibido ningún tipo de apoyo de su parte. NADA y eso me pone muy triste” -¿No te han comprado nada, me dices?- pregunté dudosa.- “July. Tengo casi un año con el negocio, hago mil cosas y desde el principio me costaba mucho echarlo a andar. No pido que me compren pero JAMÁS han dado like a nada que comparto. No han dado like a mi página. NADA. Es como si fuera invisible. Es como si omitieran todo lo que hago, mis sueños, mi trabajo, mi pasión. He hecho vídeos y fotos para mis redes sociales, páginas, publicidad y NUNCA, JAMÁS DE LOS JAMASES he visto un apoyo de parte de ellas, y es obvio que lo saben”.- me dijo y luego brotó una lagrima de sus hermosos ojos.
La abracé y no supe que decir.
Esa misma noche, cuando ella se fue, lo platiqué con mis papás, ¿POR QUÉ PASA ESO? ¿Por qué muchas veces recibes más apoyo de gente extraña, gente que ni siquiera sabes que existe en el mundo y ellos comparten, comentan, ponen like? Cosas que cuestan $0 pesos y la gente que amas, con la que creciste, y aunque les hagas un comentario que si por favor pudieran ayudarte a difundirlo parece que les entra por un oído y les sale en automático por el otro.
Mi papá me dijo: “SE LLAMA ENVIDIA, HIJA” Yo me quedé sorprendida, -¿Cómo es posible que tu propia familia te tenga envidia?- respondí. -“Pero papá las primas de Victoria siempre han tenido TODO en bandeja de plata, incluso tienen un mejor nivel socioeconómico que Victoria. Tienen, por decirlo una carrera “mejor remunerada”, tienen un auto más bonito, ellas se casaron, tienen una hermosa casa y mi amiga Victoria lo poco o mucho que ha logrado SIEMPRE ha sido con su esfuerzo. Se ha dedicado hasta el cansancio a trabajar por lo que quiere, a ahorrar para ese viaje de sus sueños. Ella siempre apoya como puede a las personas que quiere, si no puede económicamente, a través de otras cosas que puedan beneficiar a sus seres queridos”- Recuerdo cuando sus primas se casaron ella fue la más feliz del mundo de que ellas cumplieran su sueño. Ella ama ver que la gente prospere y cumpla sus metas, es una mujer fuerte, trabajadora, hermosa, llena de talento para escribir y actuar y ¿por qué la gente no puede ser así con ella?- pregunté teniendo un nudo en la garganta porque me llenaba de impotencia la situación.
Mi papá me respondió:
- Mi amor, tienes que entender que la causa de la envidia no siempre es el dinero, la casa o el coche que tengas. A veces, los envidiosos lo tienen todo, e incluso más que tú, pero lo que les causa envidia es tú brillo, tú risa, tú felicidad, tú talento, la forma de ser de la otra persona, tú personalidad y cuanto la gente te puede llegar a querer. Existe un tipo de envidia que es por omisión. Ellos te ven, siguen lo que haces pero están ahí escondidos sin apoyarte porque les cala saber que aunque vienen exactamente del mismo lugar, tú lograste sobresalir o cumplir tus metas y ellos no.
Eso me puso muy triste de verdad pero creo que ahí es donde uno se da cuenta quién estará siempre y quién lo aprecia de verdad.
En fin. Espero que Victoria algún día logre entender que no siempre se recibe lo mismo que se da pero aunque en esas personas no logre encontrar apoyo, siempre habrá muchas más que les emocione tu progreso y se sientan felices por tu felicidad.
Me puse a investigar un poco en la web y encontré esto:
Abraham Tesser fue el primero que investigó este fenómeno y publicó un estudio en 1988 donde explica que nuestra autoevaluación se ve mucho más amenazada por los seres queridos que sobresalen en áreas mediante las que nos definimos, como en nuestro trabajo o en una habilidad en particular que por desconocidos que destacan exactamente de la misma manera. Por instinto nos comparamos más con gente cercana a nosotros, a pesar de que, paradójicamente, eso puede provocar resentimiento.
De hecho, nuestros cerebros están tan inclinados a hacer estas comparaciones que, en un experimento, los participantes sabotearon activamente a sus amigos para que no tuvieran éxito.
Y tú, ¿has sentido algún tipo de envidia de parte de alguien que es importante en tu vida?
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Con amor: July
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