Llegó a las salas de cine El Planeta de los Simios: Nuevo Reino, la nueva entrega de la saga de los simios protagonizada por Owen Teague y Freya Allan, en la cual nos sitúan muchas generaciones después de los sucesos de Guerra por el Planeta de los Simios en un tiempo donde la historia de César y su lucha por mantener un reino unido son leyendas antiguas, y la búsqueda por la supervivencia hará que humanos y simios trabajen juntos de nuevo.
La historia va encabezada por Noa, el hijo de uno de los simios sabios del Clan Águila, que tras haber perdido a su clan bajo las manos de los simios de Proximus César debe unirse a la joven humana Meg para salvar a su mamá y sus amigos.
Lo que siempre esperamos de este tipo de películas es que los efectos especiales reluzcan lo mayor posible, y esta vez no fue la excepción, ya que cada simio tiene un diseño único y especial que te hace sentir que estás viendo animales de verdad, aunque a veces sí tiene sus errores, pero en general los efectos son la mejor parte de la película.
Sin embargo, esto también es uno de sus mayores problemas, porque si bien visualmente es muy buena, la película carece de una historia lo suficientemente atractiva para justificar las dos horas que tiene de duración, ya que se enfocan muchas veces en impactar con lo visual de su ambientación, pero realmente no puedes evitar cabecear un poco durante gran parte de la película.
Y aquí el problema está en que no es tan innovadora, ya que repite la misma fórmula de siempre en donde un simio quiere la paz entre simios y humanos, otro simio quiere poder, y los humanos son egoístas que quieren regresar el mundo a como era antes, entonces no parece que se esforzaron mucho en cambiar la jugada aquí.
No es una película mala, pero realmente no puedo decir que si es una buena, por lo que me cuesta trabajo creer que con esto van a continuar una nueva trilogía, como si el verdadero propósito de esta entrega fuera plantear los cimientos de lo que realmente va a pasar después.
