Crítica: Frozen II
Si regresamos al 2013 lo recordamos como el año que Frozen llegó a los cines, una película musical de Disney que cuenta la historia de dos chicas protagonistas que no necesitaban un príncipe para salvarse. Este año llega a los cines Frozen II, secuela que dejo a los fans de “Let It Go” esperando y al ver la película se puede entender el porqué la demora, y es que lo bueno tarda en llegar.
Este film tiene un plus que Frozen I no tiene, y es que esta película que rompió estereotipos de princesas, ya estableció a sus protagonistas con sus historias y supieron darle continuidad de la mano de un soundtrack original y ameno para escuchar. Es una película más madura que la anterior, y es que los niños también crecieron junto con sus personajes favoritos.
Vemos a una Elsa con ganas de sentir al limite sus poderes de hielo y su travesía comienza cuando escucha a esta voz que la llama desde lejos, Ana siempre risueña de la mano de su encantadora pareja Kristoff. Olaf haciendo preguntas existenciales y hablando de problemas que con los que todos nos podemos identificar de una manera tan ocurrente e irónica.
Graciosa, divertida y familiar, con una animación tan detallada e impresionante que solo Disney puede crear. Las secuencias, la paleta de colores, esto acompañado de la música hace que te envuelvas en esta historia de fantasía, donde un par de hermanas lucha y vencen sus adversidades con un final feliz que sin duda, supera a su antecesora y los típicos finales felices de cuentos de princesas.
Frozen II la puedes ver solo en cines a partir del 22 de noviembre.
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Texto: Estefanía Banda
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