En la primera cita, ¿Quién debería pagar la cuenta?
Ayer me reuní con un par de amigas que no veía desde hace un tiempo y fuimos a cenar a un lindo lugar. Obviamente estuvimos poniéndonos al día de todo lo que estaba pasando en nuestras vidas y quién era el nuevo galán que ocupaba nuestro corazón. Una del grupo cuyo nombre omitiré por petición suya ya que me dijo, y cito textualmente “no vayas a escribir mi nombre en tu columna porque sé que escribirás de esto” y entre risas entonces la llamaremos “señorita E”.
La “señorita E” estuvo ilusionada con su crush por un buen rato y cuando este por fin la invitó a salir llamó a todas para contarnos emocionada.
Obviamente el día de la reunión le cedimos primero la palabra a ella para que nos contara con lujo de detalle toda la cita. Casi nos fuimos de espaldas cuando dijo: “Pues muy guapo y todo pero ya no voy a salir con él”- “¡¿QUÉ?!” –fue lo primero que salió de nuestras bocas al unísono.
- ¡Wey!, hizo que nos dividiéramos la cuenta en la primera cita.
Todas nos quedamos asombradas y entre risas y variados puntos de vista comenzamos a debatir el tema de.. ¿Quién debería pagar la cuenta en la primera cita?
En primer lugar tomaron palabra las que dijeron:
- ¡Él debe pagar en la primera cita! ¡ES EL HOMBRE!- como si tener el cromosoma “Y” en tu ADN significara más “0’s” en tu cuenta bancaria.
Dos más dijeron que era lo correcto dividir la cuenta o que cada quién pagara lo que pidió.
Creo que esto va más como tradición el que un hombre tenga la iniciativa de pagar él aunque sea la primera cita. Aunque la cuenta pueda cubrirlo perfectamente la mujer, es un juego de roles donde entra la caballerosidad. No se trata de que una se deslumbre con el dinero o que sea interesada, más bien, entra aquí la atención.
Estuvimos un buen rato debatiendo y aunque ya estamos en pleno siglo XXI sigue habiendo muchas tradiciones ligadas a la caballerosidad y el romanticismo. Es querer sentirse cortejada por él.
Mi amiga “señorita E” dice que al momento de llegar la cuenta ella comienza a sacar su dinero pero si su date no dice la frase como “No te preocupes, yo te invité”, ella, aunque le guste demasiado el chico, no vuelve a salir con él. Es una especie de regla que ella tiene, y cito textualmente sus palabras: «Soy muy de intentar pagar en la primera cita, o tener la iniciativa. Pero ahí es donde intento ver cuáles son los deseos de la otra persona, intenciones y educación”.
Todo lo que hagamos o decimos en la primera cita nos genera la primera impresión. Llegamos a la conclusión que no es cuestión de dinero, sino atenciones, modales y caballerosidad, así sea el pago de un elote, no sé, no significa que estemos buscando a un soltero adinerado, sino alguien que tan solo tenga la intención de consentirnos con atenciones y buenos modales.
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